Moscú. La Corte Suprema de Rusia ordenó ayer el cierre de la ONG Memorial, emblema de la sociedad civil por su defensa de las libertades y su papel de custodia de la historia de las víctimas del Gulag soviético. “Vamos a presentar una apelación contra este fallo”, afirmaron abogados de la organización.
“La decisión es cerrar Memorial International y sus filiales regionales”, anunció la ONG en su cuenta de Telegram. Justo antes, la jueza Alla Nazarova dio a conocer que aceptaba “la demanda de la fiscalía” de disolver a la ONG.
La decisión contra Memorial, que tiene un gran prestigio afuera de Rusia, se da en un contexto de represión contra quienes critican al Kremlin, que se ha acelerado en 2021, año en el que se ha visto el cierre de medios independientes y varias ONG, incluido el desmantelamiento del movimiento del opositor encarcelado Alexei Navalny.
El embajador de Estados Unidos en Moscú, John Sullivan, denunció un “trágico intento de suprimir la libertad de expresión y de borrar la historia”, mientras el secretario de Estado, Antony Blinken, calificó la medida de “afrenta a los derechos humanos.”
El Consejo de Europa lamentó la “noticia devastadora para la sociedad civil”.
Después del veredicto varias personas gritaron “vergüenza” en la sala del tribunal. Al menos seis personas fueron detenidas. Los abogados intervinieron ante el tribunal para informar que apelarán el fallo. En un comunicado, Memorial prometió encontrar “vías legales” para continuar sus actividades.
La fiscalía pidió a principios de noviembre la disolución de Memorial International, estructura clave que coordina la red de la organización en Rusia, acusándola de haber infringido “de manera sistemática” las obligaciones que le impone su condición de “agente del extranjero”.
Memorial, creada en 1989 por disidentes soviéticos (entre ellos el premio Nobel de la Paz Andrei Sajarov), comenzó una labor meticulosa para documentar los crímenes estalinistas y los campos del Gulag, y prosiguió su labor en la defensa de los derechos humanos y de los prisioneros políticos.
Esta ONG también investigó los abusos rusos durante las guerras en Chechenia y, más recientemente, a los paramilitares del grupo Wagner, considerado brazo armado de Rusia en el extranjero, algo que el Kremlin niega.
En 2009, Natalia Estemirova, funcionaria de la ONG en la región del Cáucaso, fue asesinada y el crimen nunca fue resuelto.
En tanto, dos colaboradores del opositor Navalny fueron arrestados ayer, uno de ellos acusado de extremismo, delito castigado con 12 años de prisión.