Lima. La fiscalía de Perú interrogó ayer al presidente Pedro Castillo en un caso sobre supuestas presiones para ascender, de manera irregular, a militares afines a su gobierno.
Ramiro González, fiscal supremo adjunto, fue quien tomó declaración al mandatario. Eduardo Pachas, abogado del gobernante, informó que en la declaración testimonial, que duró tres horas, Castillo contestó todas las preguntas de la fiscalía. “No ha habido ningún nombramiento irregular, se ha respetado al Ministerio de Defensa”, sostuvo.
Castillo no figura como investigado en el caso, que se encuentra en fase preliminar.
La causa se abrió el 11 de noviembre contra Walter Ayala, ministro de Defensa, y Bruno Pacheco, secretario de la Presidencia, alegando supuestas presiones a los jefes del ejército y de la fuerza aérea para favorecer a algunos oficiales en el proceso anual de ascensos.
Ambos funcionarios renunciaron y ahora son investigados para determinar si incurrieron en “la comisión de los delitos de abuso de autoridad y patrocinio ilegal, previstos y sancionados en el Código Penal”, de acuerdo con un documento de la fiscalía.
El caso se dio a conocer cuando Castillo destituyó sorpresivamente al jefe del ejército, general José Vizcarra, y al jefe de la fuerza aérea, general Jorge Chaparro, en noviembre. Ambos indicaron que se negaron a cumplir órdenes de ejecutar una serie de ascensos que eran irregulares por no cumplir con los méritos requeridos y pasar por alto el proceso de designación. Afirman que por ello el presidente ordenó su despido.