Buenos Aires., “Si yo pudiera tener una Gestapo, una fuerza de embestida para terminar con todos los gremios, lo haría”, fue la frase de Marcelo Villegas ex ministro de Trabajo del pasado gobierno de María Eugenia Vidal, de la coalición derechista Juntos por el Cambio en la provincia de Buenos Aires, pronunciada durante una reunión secreta con una serie de ex funcionarios, algunos juzgados por la red de espionaje ilegal, extorsiones y amenazas que surgieron contra políticos, funcionarios públicos del peronismo y dirigentes sociales durante la presidencia de Mauricio Macri, a principios de 2019.
En el caso actual, esta persecución y el armado de causas falsas estaban dirigidos a sindicalistas y delegados gremiales, y Villegas pidió a empresarios presentes que ayudaran a implementar estas causas, en especial contra delegados para terminar debilitando a las organizaciones sindicales
Ayer la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner se refirió nuevamente a la filmación que hizo en su momento la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) del gobierno del ex presidente Macri, de la mesa liderada por el ex ministro de Trabajo Villegas en La Plata.
La AFI estuvo bajo la dirección de Gustavo Arriba, el hombre fuerte de ese organismo, y su segunda Silvia Majdalani, ambos juzgados por el espionaje ilegal en los sucesos de principios de 2019 y otros nuevos descubrimientos, con la complicidad de jueces y fiscales de la “mesa judicial” con la intervención de la embajada de Estados Unidos y otros servicios extranjeros.
Cristina Fernández, víctima de persecución del llamado lawfare (guerra judicial) con la participación activa de jueces y fiscales, periodistas de los grandes medios masivos de comunicación como el Grupo Clarín, La Nación y otros ex altos funcionarios de Cambiemos y la jefatura de la AFI, enfrentó más de una docena de causas “armadas” con pruebas falsas, como también lo fueron funcionarios de su gestión y dirigentes sociales, algunos de los cuales aún están bajo prisión ilegal.
A esto se añade la complicidad de la Corte Suprema, ahora bajo la presidencia y la vicepresidencia de dos jueces que en su momento –enero de 2016– fueron designados a dedo por Mauricio Macri, como Horacio Rosatti y Carlos Rosenkrantz, provocando un escándalo judicial.
Fernández se refirió al caso de Diego Dalmau Pereyra, ex director operacional de Contrainteligencia de la AFI de Macri, como otro participante de la reunión secreta. Sumado a Sebastián De Stefano, director de Asuntos Jurídicos de la AFI y Darío Biorci, cuñado y jefe de gabinete de Majdalani.
Qué casualidad, escribió la vicepresidenta, “hoy es 28 de diciembre, por si no te acuerdas es el Día de los Inocentes, y también el fin del cuentito de los cuentapropistas”, en referencia a la responsabilidad de Macri, quien al ser interrogado por todos los casos de espionaje ilegal, dijo que en realidad muchos de esos ex funcionarios habrían actuado por “cuenta propia”, para negar su responsabilidad.
También la vicepresidenta dio detalles de otros concurrentes a esa mesa como Sebastián De Stéfano y varios nombres más. En otro tuit se preguntaba qué “otras pruebas necesitará el Poder Judicial argentino sobre la existencia de mesas judiciales y asociaciones ilícitas que tuvieron lugar durante el gobierno de Macri y María Eugenia Vidal”.
Agregó: “qué otras pruebas necesitará la sociedad argentina para entender que el espionaje político y la persecución judicial que sufrimos quienes fuimos opositores a ese gobierno no es un relato partidario. Tratándose del gobierno macrista, todo siempre es peor a lo imaginado”.
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