Con ocho refinerías en operación (seis existentes, más Dos Bocas y Deer Park), en 2024 México logrará la autosuficiencia en producción de gas y refinación de petrolíferos (especialmente gasolinas y diésel, algo no registrado desde hace tres décadas), con el multimillonario ahorro de divisas que ello implica y el consecuente fortalecimiento de la soberanía energética del país.
En la mañanera de ayer, la titular de la Secretaría de Energía, Rocío Nahle, y el director general de Petróleos Mexicanos, Octavio Romero, dieron a conocer lo anterior y detallaron que al inicio del nuevo gobierno el Sistema Nacional de Refinación a duras penas operaba a 32 por ciento de su capacidad; “hoy estamos cerrando el año casi al 50 por ciento y para 2024 estaremos a 86 por ciento, con lo que estaremos cumpliendo el autoabastecimiento en México”.
Decían los neoliberales que refinar en nuestro país “no es negocio” y por lo mismo se dedicaron a la importación masiva de petrolíferos. Pues bien, para dimensionar esa “buena idea”, sólo en el gobierno de Peña Nieto se importó gasolina por alrededor de 94 mil millones de dólares y diésel por 33 mil millones, montos que, obviamente, fueron a parar a los bolsillos de los consorcios foráneos para los que refinar siempre ha sido negocio y muy suculento.
De acuerdo con la estadística de Pemex, con Peña Nieto en Los Pinos se importaron petrolíferos y gas (licuado y natural seco) por 161 mil millones de billetes verdes, con el Borolas, 142 mil millones, y con Fox, 40 mil millones, en cada caso. Ya entrados en gastos, con Zedillo se erogaron 15 mil 600 millones y con Salinas (desde 1990) 7 mil millones. Entre este último y el copetón, el aumento fue de 2 mil 200 por ciento.
En esos cinco sexenios neoliberales se pagaron casi 366 mil millones de billetes verdes (más de 7 billones 300 mil millones de pesos al tipo de cambio actual) por el concepto referido. De ese tamaño resultó ser el “no negocio” pregonado por el régimen neoliberal, con un brutal crecimiento durante Fox, Calderón y EPN, amén de que todos “olvidaron” al Sistema Nacional de Refinación y aceleraron la pérdida de soberanía energética.
El presidente López Obrador dijo que la recuperación de Pemex se basa en 10 “puntos básicos”, con el propósito de cuidar el petróleo de la nación y utilizarlo “para consumo interno; que ya no se continúe vendiendo petróleo crudo y comprando gasolinas; que se mantengan precios justos por los combustibles; que no haya gasolinazos. Toda esta política está en marcha y ha implicado inversión desde el principio y un trato también especial a Pemex, porque antes se le quitaban todos sus ingresos; ahora puede operar”.
Octavio Romero detalló que en 2022 Pemex sólo exportará alrededor de 435 mil barrilles de crudo, “pero ya en 2023 y 2024 prácticamente toda la producción se va a procesar, a refinar, porque va a entrar ya en operación la refinería de Dos Bocas y el proyecto de Cangrejera, que también va a refinar más de 100 mil barriles, de manera que prácticamente 100 por ciento del crudo mexicano se va a refinar en nuestro país para garantizar el abasto de combustibles”.
Romero aportó un elemento muy interesante: “las empresas privadas se apropiaron de las estaciones de servicio de Petróleos Mexicanos; pasamos de tener más de 12 mil a poco más de 7 mil hoy día. En la reforma energética se hablaba de que se duplicaría el número de estaciones de servicio, que si habían 12 mil 500 iban a haber 25 mil, porque los privados iban a invertir; no invirtieron. Lo que hicieron fue quedarse con las estaciones de servicio de Pemex, porque había una regulación asimétrica aplicada a la empresa productiva del Estado que nos impidió competir en igualdad de condiciones con las empresas privadas. Nos fueron quitando, sin que nosotros pudiéramos hacer nada”.
Las rebanadas del pastel
Ante la creciente amenaza bélica de Estados Unidos y sus gatos de la OTAN en contra de Rusia, el presidente Vladimir Putin cuestiona: “somos nosotros quienes estamos colocando misiles cerca de las fronteras de Estados Unidos? ¿Es excesivo exigir que no sean instalados sistemas ofensivos cerca de nuestro hogar? ¿Cómo responderían los estadunidenses si nosotros pusiéramos misiles en las fronteras de Estados Unidos con Canadá o México?” Y todavía algunos cándidos aseguran que la guerra fría concluyó con la caída de la Unión Soviética, tres décadas atrás.