El juzgado octavo de distrito en materia administrativa de la Ciudad de México negó la suspensión definitiva contra las obras que se realizan en la calle Real de Mayorazgo, en el pueblo de Xoco, por lo que la vía pública se incorporará al proyecto de construcción de la torre Mítikah.

Los alegatos presentados por la comunidad de Xoco, en el amparo Inc 1563/202, no fueron considerados por el juzgado, que cambió los criterios garantistas que dejaron en estado de vulnerabilidad los derechos del pueblo originario, señaló la defensa jurídica de los afectados.

Además, indicó que la resolución carece de una debida fundamentación y motivación porque, sin ser exhaustiva en el análisis de los derechos que tiene Xoco como pueblo, se basó únicamente en un informe de la Secretaría de Pueblos, Barrios Originarios y Comunidades Indígenas Residentes de la Ciudad de México.

Para la comunidad de Xoco, la secretaría se expresó en el proceso de forma “arbitraria e ilegal” porque, basada en una tesis escolar, redujo al pueblo de Xoco “únicamente a las viviendas particulares de los originarios, desconociendo su territorio”.

Desde hace varios años, “Xoco y su territorio” fueron reconocidos como pueblo originario por el mismo Gobierno de la Ciudad de México; incluso, en abril de 2017 lo publicó en la Gaceta Oficial, manifestó el representante legal.

En el listado se determinan claramente las calles públicas y la delimitación geográfica del pueblo de Xoco, que son Río Churubusco, las avenidas Universidad y Coyoacán, y el Eje 8 Sur. “Todo lo que sucede dentro de esta delimitación debe determinarlo la asamblea”, manifestaron integrantes de este órgano de representación tradicional.

Para la comunidad de Xoco, “la dependencia del gobierno capitalino desapareció de un plumazo a un pueblo, pero es un atentado para todos los pueblos de la Ciudad de México”.

No obstante la resolución, indicaron, “no es el fin del juicio, es impugnable, por lo que el pueblo de Xoco presentará los recursos procedentes en defensa de su territorio”.

Reiteraron que pese al desconocimiento del panteón, las áreas públicas y el espacio en el que habitan y se desenvuelven social y culturalmente como originarios de Xoco, es su territorio.