Trabajadores del Poder Judicial (PJ) de la Ciudad de México marcharán de nuevo este miércoles en demanda del pago de los vales de fin de año, que no han recibido por la falta de liquidez del organismo.
El 22 de diciembre, tras una movilización de integrantes del sindicato mayoritario, el presidente del órgano judicial, Rafael Guerra Álvarez, se comprometió a que el jueves pasado se cubriría esa prestación, así como la segunda quincena de diciembre.
En un boletín interno destacó “el apoyo y la ayuda de la jefa de Gobierno para hacer posible el cumplimiento de esto mismo”, pero los 10 mil 800 trabajadores sólo recibieron el pago de la quincena y cinco días más que están en las condiciones generales de trabajo.
Diego Valdez, dirigente del Sindicato Único de Trabajadores del Poder Judicial de la Ciudad de México, informó que continúan las pláticas con la Secretaría de Finanzas a fin de que libere 180 millones de pesos para el pago de esta prestación.
La falta de liquidez del organismo provocó que “se congelaran los recursos de las tarjetas de vales de la empresa Toka, provocando que los trabajadores dejaran de percibir entre 12 mil y 21 mil pesos, de acuerdo con su antigüedad laboral.
“No estamos pidiendo a las autoridades más lo que por ley nos corresponde, pues ya lo trabajaron y es un derecho”, explicó.
Por su parte, los trabajadores del Tribunal Superior de Justicia realizarán este miércoles una marcha, que partirá de la calle Niños Héroes número 132 al edificio de la Secretaría de Finanzas, ubicado en la calle Doctor Lavista número 144, en la colonia Doctores.
Al igual que el sindicato del Poder Judicial, exigirán que las autoridades ordenen el desbloqueo de la tarjeta de vales de fin de año, pues “hasta el momento no han dado respuesta concreta a las peticiones que les hemos hecho”.
La secretaria general del comité, Ortelia Bautista, convocó a la base trabajadora a participar en la movilización que iniciará a las 10 horas.
La falta de pago de dichos vales, comentaron algunos trabajadores, provocó que “no hubiera cena de Navidad, pero lo que más nos pega es que no hay dinero para comprar las medicinas que requiere un familiar o nosotros”.