La cancillería mexicana envió a Colombia el requisito para la liberación y repatriación de los restos del connacional Diego Antonio Escobar Armenta, de 26 años, quien murió en un accidente de tránsito el 22 de diciembre, cuando viajaba con rumbo a Bogotá en un autobús de la línea Expreso Bolivariano. En los hechos perdieron la vida tres personas más y hubo al menos una veintena de lesionados.
Las autoridades colombianas requirieron a las mexicanas el certificado de huellas dactilares del joven para permitir a la familia recuperar el cuerpo. Su madre Leticia Armenta Adame informó que no pudo ingresar a la morgue porque los documentos se presentaron demasiado tarde y tuvo que esperar hasta este martes.
Diego Antonio, estudiante de la maestría en Relaciones Internacionales en la Universidad Autónoma de Nuevo León, realizaba una estancia de tres meses en Colombia para concluir su tesis de posgrado sobre los procesos de paz en ambas naciones.
Armenta Adame llegó el 24 de diciembre al municipio de Girardort, departamento de Cundinamarca, donde ocurrió el percance. Acompañada por su hermano César, ha permanecido tres días afuera de la morgue a fin de recuperar los restos de su hijo, cremarlos y regresar con las cenizas a Chilpancingo, Guerrero.
Terrible Navidad
En entrevista telefónica relató que la pérdida es dolorosa y a su aflicción se ha sumado la prolongada demora para poder reconocer a su hijo por la falta de los documentos requeridos. Pasó una terrible Navidad y está desesperada por ver la condición en la que está el cuerpo de Diego Antonio.
Al llegar a Colombia buscó contacto con la embajada de México en Bogotá. La respuesta no fue inmediata, por lo que el domingo solicitó en un comunicado el “apoyo total y no parcial” de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE).
Gracias a ello el caso se atendió: “el sábado estábamos desesperados porque no nos respondían las llamadas (en la embajada), y nos sentíamos solos, pero desde ayer el ministro Enrique Herrera y Débora N ya pudieron intervenir”.
El jefe de Oficina del canciller, Daniel Millán, informó en Twi-tter que la delegación de la SRE en Guerrero –de donde era originario Escobar Armenta– obtuvo el certificado de huellas dactilares del joven, y ayer mismo se remitió el documento a Bogotá. Aseveró que la embajada en Colombia, como las oficinas centrales de la cancillería, “brindan apoyo y están en comunicación con la familia”.