Ciudad de México. El valor de las exportaciones de café registra máximos no vistos desde 2013; sin embargo, la volatilidad en el precio internacional del grano mantiene en la incertidumbre a los pequeños productores mexicanos, quienes no se han beneficiado del repunte global de precios, pues todo ha quedado en manos de las grandes corporaciones.
Datos del Banco de México (BdeM) revelan que entre enero y octubre pasado México vendió al exterior café por 421 millones 282 mil dólares, el monto más alto para un mismo periodo desde 2013, cuando se reportó la exportación de 470 millones 562 mil dólares.
Las ventas de café reportadas en los 10 primeros meses de 2021 son 7 por ciento superiores a los 393 millones 600 mil dólares de igual lapso de 2020, pero también son superiores 34 por ciento si se comparan con los 312 millones 589 mil dólares que se reportaron en el mismo periodo de 2019, es decir, antes de la pandemia.
De acuerdo con analistas y productores, el importante aumento que ha mostrado el valor de las exportaciones mexicanas de café no está relacionado con una mayor producción y ventas al exterior, sino al encarecimiento escalonado que ha mostrado el precio internacional del grano ante diferentes factores como mal clima, escasez y especulación.
En la Bolsa de Nueva York el precio de las 100 libras de café se ubica en 231 dólares, un incremento de 130 por ciento respecto de los 100 dólares que se reportaban a inicios de 2020, es decir, antes del inicio de la pandemia de Covid-19.
Brasil y Colombia son responsables de casi la mitad de la producción global de café, por lo que cualquier anomalía en sus cultivos suele afectar de manera directa en los precios internacionales. Así, además de los cuellos de botella que ha provocado la pandemia, los brasileños han enfrentado sequías y heladas en los pasados dos años, mientras que los colombianos han sufrido inundaciones.
En teoría, lo anterior debería haber beneficiado a México por una mayor demanda de su producto y a un mejor precio; sin embargo, no ha sucedido así, pues de acuerdo con Fernando Celis Callejas, coordinador de la Coalición Nacional de Productores de Café, los beneficios se han quedado en las grandes empresas que pagan precios menores a los referentes globales a los pequeños caficultores del país.
Incertidumbre
Celis Callejas destacó que en México se está entrando al centro de la cosecha de café; sin embargo, preocupa que no haya certeza sobre la evolución de los precios internacionales, dado que estos han dado “bandazos” en los días recientes.
Desde su punto de vista, los dos factores que generan esa incertidumbre son el monto de la próxima cosecha de Brasil que inicia en abril de 2022, la cual se espera esté fuertemente afectada por las heladas; y por otro lado, el nivel de expansión de la variante ómicron y los daños que ocasionaría en el mundo, y en particular en el consumo de café.