El robo hormiga, considerado la principal amenaza para las finanzas de pequeños comercios, por la merma que provoca en los inventarios, podría triplicarse durante la presente temporada navideña, advirtió Grupo Multisistemas de Seguridad Industrial (GMSI).
Alejandro Desfassiaux, presidente de esa empresa de seguridad, comentó que las pérdidas por la merma en el inventario de los comercio llega a ser de 15 por ciento, aunque la Asociación Nacional de Pequeños Comerciantes (Anpec) señaló que la merma es de apenas 7 por ciento, pero se traduce en una reducción de 23 por ciento en la utilidad.
El empresario comentó que debido a la pandemia de Covid-19, el robo hormiga se duplicó, por lo que se espera que durante la época navideña aumente este tipo de ilícito, e incluso se triplique.
Pérdidas superan 10 mil millones de pesos al año
Desfassiaux recordó: “la Encuesta Nacional de Victimización de Empresas (Enve) indica que el robo hormiga es el segundo delito más frecuente en el sector comercio, mientras datos de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) señalan que representan 25 por ciento del total de delitos contra las empresas, lo cual se traduce en pérdidas superiores a 10 mil millones de pesos al año”.
El experto comentó que en la época decembrina 25 por ciento de el producto que se roba con mayor frecuencia es la ropa, mientras 17 por ciento es lencería y ropa interior; dulces y chocolates representan 20 por ciento, seguido de alcohol y cigarros, maquillaje y juguetes.
Datos de GMSI muestran que una tercera parte este tipo de delitos suele cometerse entre las 12 y las 14 horas y otra más entre las 17 y 19 horas.
“Normalmente los delincuentes actúan solos para robar objetos poco voluminosos y salir discretamente. También estructuran un plan en grupos pequeños a fin de colocarse en puntos estratégicos para distraer al personal y consumar el robo. Por lo general estos malhechores ocultan la mercancía entre sus chamarras, abrigos o bolsas de mano. En otras ocasiones se llevan ropa y zapatos puestos”, dijo.
Comentó que como sucede con cualquier práctica delictiva, los llamados farderos perfeccionan sus métodos para delinquir, pues se especializan en tiendas y llegan a hurtar el producto en ocho minutos en promedio.
Comentó que “si bien es cierto que este tipo de hurtos no se consideran un delito grave, la falta de tipificación y lo laxo de las sanciones (la condena por robo hormiga oscila entre ocho meses y dos años de prisión) propician que las personas dedicadas a saquear productos de esta manera se enrolen posteriormente en delitos más graves como el robo a mano armada”, dijo.
Mencionó que para prevenir o disminuir el robo hormiga los establecimientos deben actualizar sus sistemas y protocolos de seguridad, contar con cámaras de videovigilancia para vigilar a los clientes en tiempo real, establecer un control eficiente de inventarios y capacitar a sus empleados para que realicen un buen manejo del inventario, incentivándolos mediante bonos.