Madrid. La justicia de Bélgica finalmente decidió no extraditar a España al cantante de rap Josep Miguel Arenas, que utiliza el alías artístico de Valtònyc, que era reclamado por la justicia española al tener pendiente una condena de más de tres años de cárcel por los delitos de injurias a la Corona, amenazas y enaltecimiento del terrorismo. El proceso contra el cantante duró algo más de tres años, que él afrontó en libertad y convirtiéndose en un referente del movimiento independentista catalán, por su cercanía el ex presidente catalán Carles Puigdemont, también reclamado por la justicia español desde que se refugió en Bruselas en el 2017.
El Tribunal de Apelación de Gante dio la razón a los abogados defensores de Valtònyc al considerar que “no hay extradición por ninguno de los tres casos”, es decir por los tres delitos por los que se reclama su entrega. El cantante emitió un mensaje en las redes sociales con la frase “un buen día para la música y la libertad de expresión” y la mano con el dedo corazón alzado.
En este caso, la justicia belga justificó su decisión en que los insultos al rey emérito español Juan Carlos Borbón y las apelaciones en sus canciones a asesinar policías, guardias civiles, fiscales y jueces forman parte y están amparados en la “libertad de expresión”. Simon Bekaert, abogado de Valtònyc, explicó que “de los tres delitos por los que fue condenado por el Supremo, las amenazas y el enaltecimiento del terrorismo ya fueron desechados en los tribunales de primera instancia”.
A pesar de la decisión de los tribunales de Bélgica, que responden a su vez a la doctrina establecida por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo, en relación a la amplitud del derecho a la libertad de expresión, el cantante de rap corre el riesgo de ser detenido si finalmente decide volver a España, ya que tiene pendiente la condena de prisión y a que el fallo de los tribunales belgas no les impiden llevar a cabo la detención en territorio español.