Ahora serán las firmas ciudadanas, o su invalidez, las que sirvan de pretexto al Instituto Nacional Electoral para evitar que se efectúe la consulta sobre la revocación de mandato que marca la ley.
Y no se trata de ser adivino, pero son tan predecibles que no se requiere de mucho para tener por cierto el siguiente paso. Movimiento que, a su vez, deberá tomar en cuenta la Suprema Corte de Justicia de la Nación para resolver, de fondo, la controversia sobre el tema.
Pero lo que ya está dicho, y parecería un hecho irreversible, es lo establecido el miércoles pasado, cuando la misma Suprema Corte admitió a trámite el asunto y resuelve que el INE, al suspender el proceso para realizar la consulta, “pone en riesgo el ejercicio oportuno del derecho de la ciudadanía a decidir si revoca o no el mandato del Presidente de la República”.
Se podría decir de otra forma, por ejemplo, que el INE impide a quienes marca la ley el derecho a ser ciudadanos. Los niega, aunque en ello se niega a sí mismo, porque el sustento de ese organismo es precisamente el voto ciudadano.
Los intereses creados alrededor de las elecciones otorgaron al organismo facultades que no le da la ley, es decir, el árbitro se convirtió en inquisidor y los partidos políticos acompañaron con su silencio cómplice las atrocidades del INE.
El documento que emitió la SCJN la semana pasada califica de intolerable que el INE trate de burlar los juicios de la Corte y los contradiga creando acuerdos para los que no tiene atribuciones.
Además, recuerda que según el artículo 29 constitucional, el INE no puede suspender derechos políticos porque en ningún caso esos derechos admiten restricción o suspensión.
Muy difícilmente –así se admite en todos los ámbitos– se podrían cambiar estos hechos, lo que nos indica que la resolución de fondo de la Corte, en apego a ellos, tendría que dejar en firme, es decir, dejaría la sentencia como ya se escribió, con algunas consideraciones que hagan los ministros que participaron en la negativa al INE que se dio la semana pasada.
¿Qué tan grave es todo esto? ¿Admiten estos hechos un proceso penal en contra de quienes lo cometieron? Tocará al Poder Judicial calificarlos, pero como ya hemos expresado, lo que se requiere, con urgencia, es un análisis de las atribuciones del INE para establecer si es necesario cambiar las reglas del juego.
Por lo pronto, en su derecho al pataleo y la venganza, el organismo electoral podría ser más que severo en el análisis de las firmas que se han entregado para el ejercicio de revocación y descalificar las suficientes como para invalidarlo.
Así las cosas, todo el mundo debería tener en claro que este capítulo aún no se cierra y que tendrá que concluir con el fortalecimiento o la derrota no de la Presidencia de la República o del INE, sino del ciudadano y sus derechos. Así es la cosa.
De pasadita
Nos cuentan que no hace muchos días, desde varios puntos de fuerza se trató de colar a Néstor Núñez, ex alcalde de Cuauhtémoc, al gabinete de Claudia Sheinbaum, y además a un lugar muy cercano a ella.
La intentona fracasó porque a tiempo alguien señaló lo que muchos, incluso dentro del gabinete, pretendían olvidar, es decir: que Núñez es un soldado fiel a las voluntades del chucho de Morena, Ricardo Monreal.
Además, existe la sospecha, al parecer bien fundada, de que Núñez intervino en la elección pasada en contra de su partido para apoyar con todo a la candidata de Monreal, la misma que ahora gobierna y cuyo mandato está en entredicho. Tal vez por eso no cupo en el gabinete.