Ciudad de México. Debe ser el Poder Judicial el que resuelva las controversias sobre el proceso de revocación de mandato, pero “no penalizar nada”, sostuvo este lunes el presidente Andrés Manuel López Obrador. Afirmó que no es conveniente un proceso penal contra los integrantes del Instituto Nacional Electoral (INE) porque “incluso sirve para que tengan más excusas los consejeros y demoren más el proceso, y no cumplan con su responsabilidad”.
Luego que los once consejeros electorales firmaron un manifiesto en el que consideraron como “persecución penal” la denuncia presentada por el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Gutiérrez Luna, ante la Fiscalía General de la República (FGR), en contra de quienes votaron por aplazar la consulta de revocación de mandato, el mandatario afirmó que “debe ser la Corte, el Poder Judicial, tanto el Tribunal Electoral como el Poder Judicial el que resuelva, no penalizar nada”.
No obstante, cuestionado sobre el tema durante su conferencia de prensa matutina, insistió que fue un error el proceder de los consejeros electorales al acordar suspender el proceso, decisión que fue revertida la semana pasada por la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
“Creo que cometieron un error, y lo tendrían que reconocer, porque se opusieron a un mandato constitucional y actuaron de manera antidemocrática, pero en política hay que saber rectificar, no caer en la autocomplacencia, no aferrarse”.
Recalcó que se trata de un asunto entre el Poder Legislativo con el Poder Judicial, por lo que se pronuncia como ciudadano. En tanto, en su calidad de titular del Poder Ejecutivo, reconoció que le da gusto que se desarrolle el proceso por lo que convocó a la población a participar. A la vez, explicó que aún no ha recibido una notificación del INE para abstenerse de hablar sobre el proceso.
Defendió que la consulta de revocación de mandato es el ejercicio más importante de todos porque con ello “se reafirma la democracia”, y constata que es el poder del pueblo, el cual “tiene en todo momento el derecho de cambiar su gobierno”. Además, se reafirma que el pueblo es soberano y “el que manda”, así como el principio de la democracia participativa.
“Ayuda mucho también para que nadie se sienta absoluto en ningún nivel de la escala. ‘No te creas mucho porque puede haber una revocación de mandato y te podemos hacer a un lado porque te estás portando mal, porque no estás entendiendo que debes mandar obedeciendo y agarraste el cargo para enriquecerte, para actuar con autoritarismo, entonces para afuera’. Es importantísimo que la gente participe”, señaló.
Agregó que “hay algo que los conservadores y fifís no les gusta, porque los conozco bien, te conozco bacalao, aunque vengas disfrazado: lo que no les gusta es que sea el pueblo el que mande porque ellos se sentían los dueños de México”.
Apuntó que eran los potentados los que decidían junto con los “intelectuales alcahuetes”, a los que definió como “paleros, lambiscones, barberos y aduladores”.
Detalló que de acuerdo con la información con la que cuenta, fueron 10 millones de firmas las que presentó la ciudadanía para solicitar el proceso, y corresponderá al INE revisar que las firmas sean auténticas y el resto separarlas o desecharlas. Esta cantidad demuestra, dijo, que la gente quiere ser tomada en cuenta siempre.