Ciudad de México. Con la reconversión de vehículos con motor de combustión interna a eléctrico y la fabricación de trenes motrices para autos nuevos, todo con tecnología cien por ciento mexicana, el Gobierno de la Ciudad de México apuesta por la electromovildad del transporte público menos contaminante para la capital del país.
Además del automóvil Tsuru que transportará a la titular del Ejecutivo local, Claudia Sheinbaum Pardo, cuyo motor de combustión interna fue sustituido por uno eléctrico, autoridades, academia e iniciativa privada llevan a cabo un proyecto integral de elctromovilidad que incluye desde mototaxis hasta autobuses de pasajeros.
Actualmente están en operación 14 taxis reconvertidos y se trabaja en el diseño y fabricación del primer trolebús eléctrico, así como de dos autobuses de pasajeros.
El director de Desarrollo e Innovación Tecnológica de la Secretaría de Educación, Ciencia, Tecnología e Innovación (Sectei) local, José Bernardo Rosas Fernández, explicó que se trata de motores y trenes motrices para vehículos nuevos diseñados y fabricados por especialistas del Instituto de Ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y la empresa Potencia Industrial.
Si bien reconvertir o adquirir un auto eléctrico nuevo, en el caso de los taxis, tiene un costo que va de 350 mil pesos, en el primer caso, y 600 mil, en el segundo, los involucrados en el proyecto aseguraron que se trata de una inversión que se recupera a corto plazo, gracias al ahorro en gasolina y en su mantenimiento.
Rosas Fernández señaló que el gobierno ha aportado un capital semilla de 35 millones de pesos a fondo perdido, que incluye proyectos no sólo de taxis, sino también mototaxis, patrullas ambientales, trolebuses y unidades para el Metrobús, e incluso camiones de carga de hasta tres y media toneladas.
El avance es tal, agregó, que no sólo se tienen prototipos, sino productos y servicios de electromovilidad ya terminados, como es el caso de los taxis y mototaxis.
El proyecto, subrayó, incluye también la creación de un laboratorio y una fábrica de baterías de litio, el componente más importante de los vehículos eléctricos.
Para la recarga de estos autos, señaló que si bien ya se cuenta con una infraestructura de tomas eléctricas en diversos puntos de la ciudad, ésta se ampliará conforme vaya creciendo el número de unidades eléctricas en circulación.
Tsuru reconvertido
Como parte de este proyecto y ejemplo en el impulso de la electromovilidad, la jefa de Gobierno cuenta ya con un vehículo reconvertido para sus traslados.
Se trata de un auto compacto Tsuru de medio uso, cuyo motor de combustión interna fue sustituido por uno eléctrico, diseñado y fabricado en su totalidad por expertos de la UNAM.
El auto, dijo el funcionario de la Secretaría de Educación, ya está listo para usarse, incluso ya se han realizado pruebas de manejo, por lo que se espera que en los próximos días lo empiece a utilizar.
“Estamos a la vanguardia y al nivel de cualquier vehículo eléctrico del mundo. Tenemos un motor diseñado en México, se quita el motor de combustión interna y se acopla el eléctrico a la caja de velocidades y el resto de la mecánica se conserva igual”, explicó a su vez el investigador de la UNAM Germán Carmona, al mostrar el vehículo en el que se transportará Claudia Sheinbaum.
El académico destacó que la UNAM trabaja en la electromovilidad desde hace 25 años, con la diferencia de que en ese entonces se tenían que comprar insumos en el extranjero y hoy día son fabricados en la capital, tanto motrices como los componentes de los trenes.
Estos últimos, precisó, se ajustan a las características de la movilidad en la Ciudad de México, todo con tecnología mexicana. Precisó que si bien un vehículo eléctrico es más caro que uno de combustión interna, su costo de operación es mucho más barato y con programas atractivos de financiamiento se puede decir que la electromovilidad “es económicamente viable”.
El director general de la empresa Potencia Industrial, Roberto Gottfried, destacó, por su parte, que un taxista ahorra hasta 12 mil pesos al mes en combustible con un auto eléctrico, por lo que en cuatro años se cubre el sobrecosto de la reconversión de un vehículo.
Sin embargo, manifestó que para consolidar el proyecto y lograr una producción masiva es necesario que desde el gobierno se establezcan mecanismos de financiamiento que permitan a los taxistas acceder a dicha tecnología, ya sea apoyándolos con el enganche del vehículo o por conducto de las instituciones de crédito.
Además, destacó, los trenes motrices reportan en tiempo real a la nube el comportamiento del motor, la batería y la electrónica de potencia del auto, lo que permite dar mantenimiento a la unidad antes de que pueda tener un daño mayor, y de esta manera ampliar su vida útil.
La empresa, con 111 años de existencia, tiene capacidad para fabricar 3 mil vehículos al año y se trabaja en un plan de negocios para la apertura de nuevas plantas que permitan una producción de 30 mil unidades, desde las más ligeras hasta las más pesadas.
Agregó que ya está se diseña el primer trolebús mexicano; el chasis se va a fabricar en Ciudad Sahagún, Hidalgo, mientras el tren motriz se va a hacer en la Ciudad de México, y se prevé que se ponga en operación a finales de 2022, además de que se trabaja en un proyecto de dos autobuses eléctricos de nueve y 12 metros.