Desde la puesta en marcha de la reforma laboral de 2019, un total de 16 contratos colectivos (CCT) se han dado por terminados por parte de la autoridad laboral, luego de que la mayoría de los trabajadores votó en contra de esos documentos –correspondiente a cada centro laboral– mediante el proceso de legitimación al que están obligados a realizar todos los sindicatos.
La Confederación de Trabajadores de México (CTM) es la que más descalabros ha tenido, ya que al menos 12 CCT que ostentaban sindicatos afiliados a esa central fueron disueltos luego de que los obreros rechazaran, mediante voto personal, libre, directo y secreto, el acuerdo laboral, según información del Centro Federal de Conciliación y Registro Laboral (CFCRL).
El de la planta General Motors, en Silao, Guanajuato no es la única consulta que concluyó con el CCT que regía las relaciones laborales de los obreros, entre la empresa y el sindicato cetemista Miguel Trujillo López. Este proceso de democratización sindical, donde 55 por ciento de los trabajadores votaron por el “No”, significó la primera activación del mecanismo laboral del T-MEC; de ahí la relevancia de ser el más observado en México y en Estados Unidos.
A través del proceso de legitimación, los trabajadores deciden si avalan o no el CCT que rige sus condiciones laborales, además de que determinan a quién pertenece la titularidad del mismo. Si la mayoría de los trabajadores votan a favor, el documento mantendrá su vigencia. En caso contrario, se dará por terminado, pero “los trabajadores no perderán ningún derecho adquirido” y conservarán sus prestaciones y condiciones laborales.
De acuerdo con datos oficiales, de los alrededor de 500 mil contratos colectivos estimados, sólo 2 mil 636 han sido avalados por los trabajadores a nivel federal. La fecha límite para cumplir con esta disposición vence en mayo de 2023.
El CFCRL también ha cancelado –tras emitir su resolución final– cuatro contratos colectivos cuya titularidad pertenecía al Sindicato de Jornaleros y Obreros Industriales y de la Industria Maquiladora de H. Matamoros, Tamaulipas (Sjoiim), adherido a la CTM, que encabeza Juan Villafuerte.
Se trata de los CCT en las empresas Mecanismos de Matamoros, Parker Brownsville Servicios, AFX Industries y OHD Operators de México (Genie), que se dieron por terminados tras el voto en contra de los trabajadores en distintos procesos de legitimación.
El Sindicato de Trabajadores de la Industria Maquiladora y Ensambladora (STIME), de Rubén Longoria Uribe, también perdió la titularidad del CCT de Tricon de México; 655 trabajadores decidieron no avalar el convenio que representaba.
También se canceló el contrato colectivo del Sindicato Nacional de Trabajadores y Empleados Joaquín del Olmo con la empresa Walmart de México. El pasado 13 de agosto, 51 por ciento de los trabajadores rechazaron continuar con esta organización cetemista.
La información del CFCRL también revela que se dieron por terminados dos CCT de sindicatos adheridos a la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROC), encabezados por Roberto y Sergio Mendoza León.
Uno de los objetivos de la legitimación del CCT es que los trabajadores conozcan el contenido del mismo y la depuración de “contratos de protección”, que se estima en México hay 450 mil, que son firmados a espaldas de los trabajadores.
El proceso de legitimación de CCT era realizado antes por la Secretaría del Trabajo y Previsión Social; sin embargo, desde el primero de mayo pasado el Centro Federal de Conciliación y Registro Laboral (CFCRL) asumió por completo la responsabilidad en todo el país.