El alza de los precios recorre el mundo y se siente de lleno aquí en México. La inflación, que está en máximos de dos décadas, golpea con más dureza las finanzas de los hogares, ya que el incremento de precios de doble dígito que afecta a bienes y servicios que integran el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) es, en su mayoría, de alimentos.
De acuerdo con estadísticas del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), alrededor de 83 bienes y servicios del INPC alcanzaron incrementos interanuales de doble dígito en la primera mitad de diciembre, de los cuales 58 son referentes para la alimentación de los mexicanos, con excepción del tomate verde, que experimentó un aumento de 101.23 por ciento en la primera quincena de diciembre con respecto al mismo periodo de 2020.
El segmento de comida mexicana ha venido mostrando crecimientos de dos dígitos. Tan sólo el chile serrano repuntó 81.19 por ciento en el periodo de referencia; le siguen el jitomate y el chile poblano, con alzas de 65.82 y 61.18 por ciento, respectivamente. Es decir, los chiles rellenos o los chilaquiles están saliendo caros a los consumidores.
Y es que la tortilla de maíz es 17.11 por ciento más cara que hace 12 meses, y la masa o harina de maíz subió 15.15 por ciento en la primera mitad de diciembre frente al mismo periodo de 2020.
Para el promedio de los mexicanos, el pan forma parte del desayuno o la cena. El pan blanco, de caja, de dulce o empaquetado registró incrementos de entre 10.27 y 12.13 por ciento, mientras la harina de trigo aumentó 11.66 por ciento.
México es un importante importador de granos, según estudios de la Unidad de Tendencias Globales del grupo financiero BBVA, principalmente de arroz, maíz y trigo.
Suben parrilladas
Sarah, al preguntar por el kilo de jitomate, le dice a la marchanta del “mercadito” que mejor preparará arroz blanco.
La manteca de cerdo, que muchas familias utilizan para cocinar, en lugar de aceite, o para preparar tamales, entre otros alimentos, acumuló 16 quincenas con incremento de doble dígito, y en los primeros 15 días del último mes del año subió 37.29 por ciento. En tanto, aceites y grasas comestibles subieron 37.12 por ciento.
Y ya ni se diga de la res, el cerdo y los productos del mar. La carne de res subió 14.97 por ciento en la primera quincena de diciembre, su mayor alza desde la primera mitad de agosto de 2015 (16.84 por ciento). El bistec de res aumentó 14.81 por ciento, mientras la carne de cerdo, la chuleta o el lomo incrementaron sus precios en 12.10, 13.14 y 12.05 por ciento, en ese orden.
Otros alimentos que gustan y son consumidos en gran cantidad en el territorio nacional son el aguacate, cuyo precio está 37.9 por ciento arriba que hace un año. Los nopales cuestan 16.63 por ciento más.
Y para echarle limón a la herida, éste subió 59.95 por ciento en la primera quincena de diciembre con respecto al mismo periodo del año pasado.