El jugador Mukhaled Al-Raqadi, del Muscat FC de la Liga de Omán, murió por un paro cardiaco durante el calentamiento antes de un partido. El futbolista de 29 años se preparaba para el cotejo ante el Suwaiq, cuando se desplomó, por lo que inmediatamente fue llevado al hospital.
Los médicos no lograron reanimarlo y se convierte en el segundo futbolista que muere por paro cardiaco en días recientes y a semanas de que el delante-ro argentino Sergio Kun Agüero anunció su retiro del futbol por problemas relacionados con el corazón.
El 21 de diciembre Marin Caciq también cayó en pleno entrenamiento como consecuencia de un paro que le provocó la muerte.
La dirigencia de Muscat Sports publicó un mensaje para lamentar el deceso.
Casos encienden alertas
Estos casos han volcado la atención sobre la salud de los futbolistas y el monitoreo necesario para prevenir este tipo de accidentes cardiovasculares.
Esta preocupación se añade a la de los golpes que sufren los jugadores, sobre todo con la dramática noticia sobre la muerte de Sofiane Loukar, integrante de la Segunda División de Argelia.
El elemento del MC Saïda iba por la pelota cuando su portero lo golpeó accidentalmente en el área. El impacto lo dejó tendido y fue necesario que acudieran los servicios médicos. Debido a la gravedad del impacto, Loukar fue traslada-do de urgencia al Hospital de Orán, donde finalmente murió.
Según consignaron medios locales, los testigos dudaban que la causa de la muerte se debiera al golpe, pues éste no fue tan brutal como pareciera.