Las familias mexicanas aprovecharon la Nochebuena para reunirse luego de que el año pasado tuvieran que suspender la celebración por la emergencia sanitaria.
A pesar de que en algunos países la nueva variante se ha propagado, en casa de los Ramírez algunos integrantes llegaron de Estados Unidos e Inglaterra, así como de los estados de México y Oaxaca, porque así lo pidió la matriarca, doña Carlota, que está apunto de cumplir 90 años.
Después de los meses de soledad su deseo fue reunir a todos los que componen su familia en su casa del sur de la ciudad, que entre nietos, hijos, sobrinos y agregados sumaron 27 personas.
Pero no fueron los únicos que se juntaron: sucedió lo mismo en casa de los Barrera, los Chávez y otros más que consideraron que es el momento de reunirse “antes de que nos llegue lo fuerte de ómicron”.
Entre las conversaciones, la pandemia tuvo su espacio. En la mayoría de los hogares hubo historias sobre la enfermedad de uno de los integrantes y muertes; no obstante, aseguraron que tomaron precauciones para evitar contagios porque en esta ocasión estar juntos resultó una prioridad.
Por otra parte, la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) reportó que 67 conductores pasaron la Nochebuena en el Centro de Sanciones Administrativas y de Integración Social, conocido como El Torito, por no pasar la prueba del alcoholímetro.
La dependencia indicó que el personal adscrito al programa Conduce sin Alcohol realizó al menos 15 mil 930 pruebas AlcoStop, es decir, mediciones en el ambiente dentro del vehículo, así como 336 de alcoholemia, conocido como aire expirado.
Quienes pasaron la noche del 24 de diciembre y la madrugada del 25 cenaron sopa de codito a la crema con piña y jamón, pavo a la ciruela y guajillo, además de ensalada de manzana con pasas y nuez, y ponche.
Para la noche del 31 de diciembre y el 1º de enero los que sean remitidos cenarán espagueti a la crema con salchicha, pavo a los tres chiles, ensalada de manzana con durazno y ponche.