Washington. Un programa del gobierno de Joe Biden para reunir a niños migrantes, que fueron separados de sus padres por la política fronteriza de “tolerancia cero” durante la presidencia de Donald Trump, ha logrado cada vez más avances a medida que se acerca el final de su primer año.
El Departamento de Seguridad Nacional anunció ayer que 100 menores de edad, en su mayoría centroamericanos, ya han sido reunidos con sus familias, y que otros 350 rencuentros están en proceso.
“Me hubiera gustado que esto ocurriera antes, pero estamos progresando y creo que estamos cobrando impulso”, expresó Michelle Brané, directora ejecutiva del Grupo Operativo para el Rencuentro Familiar.
En su primer día como presidente, Biden firmó una orden ejecutiva para reunir a las familias que fueron separadas por la política de Trump aplicada en la frontera entre México y Estados Unidos, como parte de una campaña para desalentar la inmigración ilegal.
Al anunciar el hito del programa en Twitter, el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, agradeció a las organizaciones comunitarias su ayuda para localizar y contactar a los familiares. “Tenemos mucho más trabajo qué hacer”, escribió. “Estamos dedicados a encontrar a cada familia y darles la oportunidad de reunirse y sanar”.
El trabajo del grupo operativo se ha visto entorpecido por diversos factores, como la falta de documentos adecuados sobre las separaciones familiares, la enorme cantidad de casos, y el hecho de que muchos padres viven en remotas comunidades de Centroamérica, por lo cual no podían buscar a sus hijos o viajar a Estados Unidos para recuperarlos.
En septiembre pasado, la unidad había reunido a 50 familias cuando el gobierno de Biden anunció una asociación con la Organización Internacional para las Migraciones con el objetivo de acelerar el proceso y creó el portal de Internet Juntos.gov o Together.gov para que los padres contacten al gobierno estadunidense y trabajen juntos en el proceso de reunificación.
Unos 5 mil 500 menores fueron separados por la fuerza de sus padres durante el gobierno de Trump, mayormente en 2018, como parte de un intento por recurrir a causas penales para detener los cruces sin documentos de la frontera, aun cuando los migrantes se estaban entregando a las autoridades para pedir asilo, lo que es permitido por la ley.
Tras un oprobio generalizado, incluso de políticos republicanos, Trump puso fin a la práctica en junio de 2018, apenas días antes de que un juez ordenó cesar la práctica, en respuesta a una demanda presentada por la Unión Americana de Libertades Civiles.
En entrevista poco antes del anuncio oficial, Brané calculó que quedan unos mil 150 menores cuyos padres no han sido localizados. El total va variando a medida a que los casos se van resolviendo y surgen otros, incluidos algunos que son detectados mediante el portal de Internet.
“Obviamente no estamos ni cerca del final”, expresó Brané. “Este es apenas el comienzo, pero esperamos que las familias se den cuenta de que los rencuentros se están realizando y se animarán a presentarse”.
Mientras, se informó que Estados Unidos recibió a 122 mil menores migrantes no acompañados este año. Durante 2021 la ola de migración infantil puso en jaque a la administración Biden, al imponer una cifra récord desde 2019, cuando se registró la llegada al país de 69 mil menores que viajaban sin sus padres.