Washington. El Fondo Monetario Internacional (FMI) concluyó ayer que el programa crediticio de 2018 con Argentina por 57 mil millones de dólares, cuando gobernaba Mauricio Macri, el más grande en la historia de la institución, “no cumplió” sus objetivos, en lo que el actual presidente Alberto Fernández calificó de informe “lapidario”, y agregó que “llevará mucho tiempo reponerse de semejante daño”.
El programa “no cumplió con los objetivos de restaurar la confianza en la viabilidad fiscal y externa y, al mismo tiempo, propiciar el crecimiento económico” de Argentina, señaló el FMI.
El comunicado fue emitido luego de que el directorio ejecutivo del FMI se reunió para discutir el informe de evaluación del préstamo, requerido dado el monto de la deuda, y el mismo día que Argentina canceló un pago por casi mil 900 millones de dólares al organismo financiero.
El FMI negocia actualmente con Argentina la restructuración de la deuda, que supera los 44 mil millones de dólares luego de que el gobierno de Alberto Fernández decidió en 2020 suspender la entrega de los tramos restantes del crédito negociado por su antecesor, Mauricio Macri (2015-2019).
El ex gobernante buscó auxilio del FMI en mayo de 2018 en medio de una corrida cambiaria. En junio, el directorio ejecutivo del Fondo aprobó un acuerdo stand-by de 36 meses, que amplió en octubre a 57 mil millones de dólares, a cambio de un severo ajuste fiscal para equilibrar las cuentas públicas.
“El programa tenía como objetivo restablecer la confianza, reducir la balanza de pagos y los desequilibrios fiscales y reducir la inflación”, señaló el FMI.
De acuerdo con el organismo, la estrategia se enfocó en el ajuste fiscal y monetario, combinado con reformas estructurales específicas para catalizar nuevos flujos de capital.
Pero el programa no cumplió con sus objetivos, a pesar de las importantes modificaciones de las políticas económicas en el país, subrayó el organismo financiero.
“El tipo de cambio siguió depreciándose, aumentando la inflación y el valor en pesos de la deuda pública, y debilitando los ingresos reales, en especial de los pobres”, comentó.
Desde Buenos Aires, el gobierno de Fernández reaccionó a la revisión del FMI y deploró una vez más el acuerdo alcanzado por Macri.
“Es un préstamo absurdo que bien sabemos no se utilizó para nada bueno”, declaró el ministro de Economía, Martín Guzmán, a la televisora C5N, al apuntar que “curar las heridas” del crédito le llevará a Argentina “no menos de una década”.
“Es necesario que haya una evaluación seria sobre si se cumplió con el estatuto del FMI, que no debería financiar la fuga de capitales”, aseveró Guzmán.
El presidente Fernández en un hilo publicado en su cuenta de Twitter, alertó que “es imperioso entender la dimensión de la deuda otorgada por el FMI a Argentina, con el indudable propósito político de sostener un gobierno que sólo lastimó los intereses de nuestro pueblo” y que “nos demandará mucho tiempo reponernos de semejante daño”, informó el diario Página/12.
El FMI reconoció que la estrategia y condiciones del préstamo no fueron lo suficientemente sólidas para atender “los problemas estructurales profundamente arraigados de Argentina”, como la dolarización y la alta inflación, entre otros, agregó el comunicado. Además, los directores ejecutivos del organismo reconocieron que el crédito creó “riesgos financieros y de reputación sustanciales para el Fondo”.
Argentina, que busca un nuevo convenio de facilidades extendidas con FMI que le permita ampliar los plazos de pago, abonó ayer unos mil 900 millones de dólares por el último vencimiento de 2021.
Según los términos del actual préstamo, aún debería abonar unos 19 mil millones de dólares en 2022, otros 19 mil millones en 2023, además de 5 mil millones en 2024.
El acuerdo, del que sólo se completaron cuatro de las 12 revisiones previstas, fue cancelado el 24 de julio de 2020 por Fernández, quien sucedió a Macri en 2019.