Washington. Las presiones sobre los precios en Estados Unidos siguieron acumulándose en noviembre, cuando la lectura de la inflación subyacente registró su mayor aumento anual desde la década de 1980.
El mismo jueves se conoció que el número de estadunidenses que presentó nuevas solicitudes de beneficios por desempleo se mantuvo por debajo de los niveles anteriores a la pandemia la semana pasada.
El índice de precios de los gastos de consumo personal (PCE), excluyendo los componentes volátiles de alimentos y energía, subió 0.5 por ciento después anotar una ganancia similar en octubre.
En los 12 meses hasta noviembre, se aceleró 4.7 por ciento. Se trató del mayor aumento desde la década de 1980. Un dato que concierne a México, pues el Fondo Monetario Internacional ha alertado que su inflación es “importada” de Estados Unidos.
En tanto, las solicitudes iniciales de beneficios por desempleo se mantuvieron sin cambios en 205 mil, en la semana que terminó el 18 de diciembre, reportó el Departamento del Trabajo.
La demanda de beneficios por desempleo se considera un reflejo de la salud del mercado de trabajo, siendo el parámetro una lectura inferior a 300 mil unidades.
En este sentido, el Centro de Estudios de Finanzas Públicas destaca que por decimoprimera ocasión en 81 semanas, las solicitudes iniciales por seguro de desempleo alcanzaron los niveles de prepandemia (menor a 300 mil), una marcada mejora del mercado laboral.
Un informe del Departamento de Comercio mostró que el gasto de los consumidores, que representa más de dos tercios de la actividad económica de Estados Unidos, aumentó 0.6 por ciento el mes pasado.