Este día en que en muchos hogares cantan “noche de paz, noche de amor”, por la Navidad, miles de estaciones de radio y las iglesias de orientación cristiana protestante de Estados Unidos eran utilizadas por un personaje que en sus mensajes radiofónicos prometía “ayudar a sus más de 20 millones de oyentes a jubilarse de forma segura, temprana y feliz”, pues obtendrían ganancias considerables con poco riesgo.
Se trata del doctor Neil Gallagher, a quien la publicidad presentaba como “visionario” estadunidense de primer nivel. De integridad moral y religiosa absolutas, y al que sólo lo movía el interés de garantizar la independencia financiera a sus conciudadanos a través de Gallagher Financial Group, y de su libro Jesucristo, maestro del dinero.
Pero Gallagher es un estafador que obtuvo más de 32 millones dólares utilizando un sistema conocido en México. Consiste en que los primeros inversionistas de un negocio obtienen ganancias mucho más elevadas que las que ofrece la banca de ahorros. Las ganancias provienen del dinero de los inversionistas que llegan después. Para seguir funcionando, se requiere un flujo constante de nuevos miembros que den dinero a los que invirtieron inicialmente.
El sistema hace creer a quienes entregan su dinero que las ganancias se originan en actividades comerciales legítimas, como la venta de diversos productos. Desconocen que son las aportaciones de otros inversores. Las víctimas de Gallagher fueron personas jubiladas de entre 62 y 91 años que, como buenos cristianos, creyeron los mensajes transmitidos por la radio y en las iglesias porque “mentir va en contra de los Diez Mandamientos”.
Cuando ya no hay nuevos inversionistas, el sistema se viene abajo, y eso le ocurrió al que desde 2013 montó el cristiano estafador. La Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos ordenó el cierre de sus empresas: Gallagher Financial Group, Inc y la agencia W. Neil Gallagher, PhD. Según las autoridades, engañó a más de 3 mil personas que nunca recibieron el monto de lo que le entregaron a quien utilizó a la religión como aliado. Se gastó el dinero en lujos o lo colocó en cuentas secretas.
Al descubrirse la estafa, Gallagher fue detenido y sentenciado a 25 años de prisión. Pero al conocerse la magnitud del despojo que hizo del patrimonio de personas mayores, le sumaron tres cadenas perpetuas. Otros estafadores que utilizan el mismo sistema están libres.