Como regalo navideño a los mexicanos, ayer el presidente López Obrador anunció “algo histórico”: el gobierno estadunidense dio luz verde para que Petróleos Mexicanos adquiera la refinería Deer Park, en Houston, Texas (de la que ya era propietario de casi 50 por ciento de las acciones), con lo que llega a buen fin la operación de compraventa anunciada desde mayo pasado por el mismo mandatario.
El secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, explicó que el martes pasado el Comité de Inversiones Extranjeras estadunidense (dependiente del Departamento del Tesoro) dio el visto bueno con base en la legislación de aquel país, la cual dispone “la participación de todas las áreas vinculadas a la seguridad nacional de Estados Unidos para que cuando haya una adquisición o inversión foránea relevante se haga la evaluación respectiva”. Entonces, en el caso de la citada refinería “no hay elementos que pudieran ponerla en riesgo”.
Así, Deer Park se suma al Sistema Nacional de Refinación (que en breve también incluirá a la que se construye en Dos Bocas, Tabasco) con el fin de fortalecer la soberanía energética del país, reducir la dependencia externa en materia de combustibles y alcanzar la autosuficiencia en esta materia, algo que desde 1990 no se registra.
Solo como cápsula de memoria, el régimen neoliberal se dedicó (a partir de 1990) a importar masivamente combustibles (gasolina, diésel, turbosina, combustóleo, gas licuado y otros), con un costo espeluznante para el país: alrededor de 323 mil millones de dólares (de Salinas a Peña Nieto, de acuerdo con la estadística de Petróleos Mexicanos) que fueron a parar a bolsillos foráneos. En el periodo de referencia, el volumen de importación pasó de cero a 985 mil barriles diarios. En esos 28 años sólo por importación de gasolinas y diésel México gastó cerca de 262 mil millones de dólares, de los que 96 por ciento (252 mil millones) se erogaron en los sexenios de Fox, Calderón y Peña Nieto, mientras las refinerías mexicanas caían en picada.
Con Salinas (a partir de 1990), nuestro país adquirió gasolinas por 3 mil 600 millones de dólares (aparte el gasto por otros petrolíferos); con Zedillo, 6 mil 100 millones (con este personaje en Los Pinos por primera vez se adquirió diésel en el extranjero); con Fox, más de 19 mil millones; con Borolas, 109 mil millones, y con Peña Nieto, 124 mil millones de dólares.
Ayer el director general de Petróleos Mexicanos, Octavio Romero, subrayó que la adquisición de Deer Park “resulta de la mayor relevancia, porque ahora el país es dueño (al 100 por ciento) de esa refinería y esto va a permitir que todos los combustibles ya sean propiedad del pueblo mexicano para satisfacer el programa de autosuficiencia energética”.
En el detalle financiero, Romero explicó: “el valor de la transacción sigue siendo de 596 millones de dólares, que equivalen a 50 por ciento de la deuda de la refinería, que es la participación de Shell en la sociedad. Adicionalmente, se va a liquidar la deuda existente (otros 596 millones) que corresponden a 50 por ciento de la participación de Pemex, de manera que la refinería se agrega a los activos del país libre de deudas”.
Las rebanadas del pastel
Otro garrotazo al clan de El Padrino: “por irregularidades en el proceso electivo de renovación del Sindicato Único de Trabajadores de Notimex, dañando al otro grupo sindical que hay en la agencia de noticias del Estado Mexicano, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos dirigió la recomendación 142/2021 a la secretaria del Trabajo, Luisa María Alcalde, al director general del Registro de Asociaciones, Lucio Lastra, y al director general del Centro Federal de Conciliación y Registro Laboral, Alfredo Domínguez”, debido a que “dieron legitimidad al SutNotimex (la cabeza visible es Adriana Urrea Torres), sin observar que algunos de los afiliados del Sindicato Independiente de Notimex fueron considerados en el padrón del primero sin su consentimiento”. El cambio de directiva sindical “se dio con un padrón no confiable y muchas omisiones (el recuento de votos fue irregular, ya que participaron trabajadores que habían sido despedidos con anterioridad), lo que “ocasionó que el SutNotimex estallara la huelga, impidiendo así el derecho al trabajo de los afiliados al SiNotimex”. Por ello, la CNDH apremia a la STPS a que “se adopten las medidas necesarias para reparar de forma integral el daño ocasionado a los trabajadores afiliados al SiNotimex y que se lleven a cabo las acciones para restituir el derecho a la libertad sindical”.