Tras condenar los matrimonios y uniones infantiles forzadas como una expresión sistemática de la violencia en contra de mujeres, niñas y adolescentes, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) llamó a las autoridades de los tres órdenes de gobierno a erradicar esta práctica.
Al referir su participación en el Primer Tribunal Regional Contra Matrimonios Forzados de Niñas en Guerrero Las niñas cuentan, el 10 de diciembre, reiteró que estos actos impactan en el incremento de embarazos en menores de edad, con implicaciones en la salud materna y en el aumento de la violencia contra las mujeres y sus hijos.
Recalcó que el matrimonio infantil y las uniones forzadas que involucran a personas menores de edad, “constituyen prácticas delictivas y representan violaciones graves a derechos humanos basadas en actos de discriminación y violencia de género que atentan contra su dignidad, su derecho a la salud, a la educación y a una vida libre de violencia, entre otros”.
Destacó que la pandemia de Covid-19 ha incrementado significativamente los riesgos de que niñas y adolescentes se vean involucradas en uniones forzadas. Refirió que el reporte Rompiendo la Cadena, publicado por la organización World Vision, reveló que el matrimonio infantil se duplicó en varias comunidades en México entre marzo y diciembre del 2020, en comparación con el mismo periodo de 2019.
Agregó que “la crisis económica y el deterioro de los sistemas de apoyo ha sido una de las causas”.