El desarrollo de la vacuna Patria “incluyó la recuperación de la investigación, la validación preclínica y la coordinación de muchos laboratorios científicos”, aseguró la directora del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), Elena Álvarez-Buylla.
En entrevista con La Jornada, agregó que fue necesario “recuperar muchísima capacidad y remontar, incluso más de lo que tuvimos que hacer para obtener los ventiladores; habían desmantelado, desarticulado todo”.
La funcionaria detalló que la vacuna Patria “va por muy buen camino, pero hay incertidumbres que se van resolviendo poco a poco. Ya estamos en la fase dos del estudio clínico, y necesitamos 400 voluntarios” que hayan recibido el esquema completo de vacunación, pues el objetivo es evaluar su uso como refuerzo para la inmunidad inducida por otros biológicos.
Estimó que si hay respuesta de la población, a mediados de enero próximo podría concluir la inmunización de los voluntarios. “Tan pronto se termine la inoculación y pasen las semanas, en ese momento se analizan los datos y vamos a la fase tres; ya tenemos el diseño hecho”, indicó.
“No vamos a esperar todo un año, eso es el tiempo que se le dará de seguimiento a quienes reciban la vacuna, pero los resultados de seguridad –y por eso nos hemos ido con pies de plomo– para la fase uno son muy buenos”, enfatizó.
El reto de Patria ha sido ir ajustando los ensayos clínicos con lo que se ha avanzado, porque cada vez hay más vacunas y menos infectados, lo que es muy bueno, por lo que se requiere mayor número de personas para ver qué tal funciona.
Indicó que será necesario esperar a los resultados de los estudios clínicos, pero datos preliminares in vitro sugieren que la vacuna Patria podría ser eficaz contra las variantes de preocupación del virus, como delta y ómicron.
“Parece que va a ser tan buena como otras (vacunas). Se están probando dos formulaciones: intramuscular y nasal. La respuesta inmunogénica de las personas que en fase uno recibieron nasal son muy prometedoras; va aumentando, sobre todo, la respuesta celular, que es la que más protege frente a muchas variantes”, señaló.
Álvarez-Buylla destacó que en todas las etapas del desarrollo del biológico se han seguido de forma estricta todos los protocolos médicos, éticos y de seguridad que marca la Comisión Federal para la Protección contra Riesgo Sanitarios (Cofepris) y los reglamentos internacionales.
No obstante, reconoció que “como todo en investigación, tiene sus riesgos, y por eso el presidente Andrés Manuel López Obrador lo dijo: si todo sale bien. Le estamos echando las ganas, es un gran equipo y un nivel de complejidad mucho mayor”.
La titular de Conacyt señaló que se aplicará un estudio clínico de doble ciego, es decir, un grupo de voluntarios será inmunizado con Patria, y otro, con placebo. A quienes reciban este último se les aplicará la dosis de refuerzo de AstraZeneca tras algunas semanas.
Todos los voluntarios, precisó, tendrán un perfil clínico en el que se tomarán datos de cómo están sus anticuerpos. Subrayó que la Cofepris “está con lupa, y en pocas semanas se ve si funcionó la fase dos, se hace el reporte y podemos pasar a la fase 3”.