Santa Catarina Ixtahuacán. Cientos de indígenas guatemaltecos se retiraron ayer de una carretera principal en el oeste del país que mantuvieron bloqueada durante dos días, tras acordar con el gobierno el inicio de un diálogo en enero para resolver un conflicto limítrofe entre dos municipios mayas que el fin de semana provocó la matanza de 13 personas.
“La primera quincena de enero se instalará una mesa de diálogo en la cual se va a tratar el asunto del límite” con el pueblo vecino de Nahualá, comentó a la agencia de noticias Afp Mateo Tzep, de 42 años, líder comunitario de Santa Catarina Ixtahuacán.
El acuerdo se alcanzó luego de que dirigentes se reunieron con autoridades del gobierno en la capital.
Los manifestantes de Santa Catarina Ixtahuacán bloquearon con piedras, neumáticos, ramas y bloques de concreto, por segundo día consecutivo, la carretera Interamericana en el kilómetro 170, en desafío al estado de sitio que el presidente Alejandro Giammattei impuso en ambos municipios tras la matanza.
La carretera, una de las principales del país, estuvo bloqueada ayer durante siete horas.
En ese sitio, manifestantes y familiares velaron antier a 11 de las víctimas de la masacre, cuyos ataúdes fueron colocados en hilera durante horas sobre la carretera, en medio de un altar con flores, velas, humo de incienso y fotografías de los 13 niños, mujeres y ancianos asesinados.
Santa Catarina Ixtahuacán y Nahualá mantienen un conflicto desde hace 160 años por los límites entre ambos pueblos de la misma etnia maya, disputa que ha generado varios episodios de violencia.
La noche del sábado, la policía informó del asesinato de 13 personas, incluidos tres niños que eran hermanos y un policía, y la localización de un camión semiquemado y una patrulla con perforaciones de bala en la aldea Chiquix, en Nahualá.
Las víctimas, originarias de Ixtahuacán, que se dirigían a sus sembradíos de maíz, fueron blanco de una emboscada. Tres presuntos responsables de la matanza están detenidos.
“La población quiere paz, tranquilidad y una solución inmediata”, indicó al inicio del bloqueo Francisco Tambriz, de 51 años.
En mayo del año pasado, tras una nueva escalada de violencia en la zona, Giammattei implementó un estado de sitio e instaló una mesa de diálogo que vecinos de Ixtahuacán calificaron de “fracaso” al no resolverse el problema limítrofe.
Las comunidades indígenas, muchas de las cuales viven en condiciones de pobreza, representan más de 40 por ciento de los 17 millones de habitantes de Guatemala.