Cuernavaca. La activista social Maribel Esteban Joaquín, quien protestó contra el Sistema de Agua Potable y Alcantarillado de Cuernavaca (SAPAC), dijo que ha recibido amenazas de muerte desde un día antes de que asesinaran al dirigente de la colonia Antonio Barona, Alejandro García Zagal, el pasado 7 de septiembre, asesinato que aún no ha sido aclarado por la Fiscalía General del Estado (FGE).
Esta mañana, la dirigente social, ofreció una rueda de prensa, junto con hermana Aurora, en donde ambas denunciaron el aumento de las amenazas de muerte en su contra.
Incluso, dijeron, desde una cuenta de Facebook, se hizo una publicación en donde ofrecieron 50 mil pesos para que las entreguen “vivas o muertas”. Además, las están relacionando con tratantes de menores de edad y con desapariciones de niñas.
En septiembre pasado, Maribel, junto con Alejandro García Zagal y otros líderes, encabezaron una campaña para no pagar los recibos de agua de SAPAC, pues se enteraron de que la dependencia estatal no solventaba las cuentas de luz a la Comisión Federal de Electricidad, lo que causaba que suspendieran servicios a la población, que se quedaba sin el líquido. Estas acusaciones fueron dirigidas al alcalde de Cuernavaca, Antonio Villalobos Adán.
La activista dijo que, desde la muerte Alejandro, los vecinos de Patios de la Estación liberaron el pozo; lo mismo pasó en otras colonias, además de que reiniciaron los pagos de sus recibos.
A pesar de ello, Maribel comentó que no puede responsabilizar al edil de Cuernavaca, porque no tendría razón de estarla amenazando, pues ya liberaron el pozo y pagan por el servicio.
Desde septiembre presentó una denuncia de hechos ante la FGE, la cual prometió dar con la cuenta de Facebook de donde vienen las amenazas, pero no le han informado de resultados, aunque sí dispusieron a dos agentes para proteger su vida, destacó.
Tanto Maribel como Aurora nacieron en Patios de la Estación, una colonia irregular que se formada por varias familias que se plantaron a vivir en un área federal cercana a plaza Cuernavaca, y que anteriormente era parte de la estación del tren, que en sus orígenes fue inaugurada por Porfirio Díaz en 1897 y que dejó de funcionar finales de la década de los ochenta y principios de los noventa.
Pobladores dicen que ellas han sido gestoras de apoyos para otras colonias y que han trabajado para los partidos Encuentro Social y Mas. Además negaron que sean tratantes de blancas.