Londres. Los precios del gas en Europa rompieron de nuevo un récord este martes, en el primer día del invierno boreal, impulsados por el frío intenso y las tensiones geopolíticas entre Rusia -un proveedor clave- y los países consumidores.
"El gas natural europeo sigue su inexorable alza", constataron analistas de Deutsche Bank, debido a las temperaturas que continúan bajando, y al hecho de que el gigante ruso Gazprom no haya reservado capacidad adicional en enero para el gas que transita por Ucrania.
La cotización europea de referencia, el TTF holandés, ganó más de 22 por ciento hoy martes para establecerse en 180.267 euros por megavatio hora, tras alcanzar un máximo de 187.785 euros poco después de las 15:00 GMT.
El gas británico para entrega en enero también subió de forma similar y cerró en 451.72 centavos de libra por termia (una unidad de medición de calor), tras alcanzar un máximo de 470.83 centavos de libra.
Esos niveles de precio al contado son casi diez veces superiores a los del comienzo de año.
Para algunos analistas este nivel de las cotizaciones refleja la fuerte demanda a medida que bajan las temperaturas y que crecen los temores sobre la oferta, ya que un tercio del gas proviene de Rusia.
Un gasoducto bajo presión
Cuando hay un repunte de las tensiones en la frontera en Rusia y Ucrania, los precios suben, explicaron varios expertos en este mercado.
El presidente ruso, Vladimir Putin, advirtió este martes que Rusia está preparada para responder con "medidas militares y técnicas" a lo que calificó como acciones poco amistosas de Occidente.
Los países occidentales acusan a Moscú de aumentar su contingente en la frontera con Ucrania, con miras a una posible operación militar, una acusación que Rusia niega.
Por otra parte, el Kremlin percibe como una amenaza que la OTAN arme a Ucrania y multiplique el despliegue de medios aéreos y marítimos en la región del mar Negro.
El cambio de tono de Berlín sobre el controvertido gasoducto Nord Stream 2 también centra las preocupaciones de los inversores, ya que esta vía permitiría evitar Ucrania, una ruta por la que pasa una gran cantidad del gas ruso que compra la Unión Europea.
La ex canciller alemana Angela Merkel siempre defendió este proyecto, pero el nuevo gobierno alemán del socialdemócrata Olaf Scholz es menos conciliador y su ministro de Economía, el ecologista Robert Habeck, advirtió de "consecuencias" para el gasoducto si hay una agresión rusa contra Ucrania.
Este proyecto de 10 mil millones de euros (12 mil millones de dólares) se ha visto lastrado por años de retrasos y genera constantes críticas tanto de los aliados del este de Alemania como de Estados Unidos.
En este contexto, cada declaración de los jefes de la diplomacia genera una ola de compras en el mercado del gas.
Además las reservas de gas en Europa quedaron más reducidas por un invierno prolongado en 2020 y hubo un menor aporte del mercado de la energía renovable por factores meteorológicos.
Esta alza repercute sobre el mercado eléctrico, especialmente en Reino Unido, donde la producción energética depende mucho del gas y de las renovables. En países como Francia, la energía nuclear es preponderante en la generación de electricidad.