A la par de escribir actualmente su novena ópera, basada en la Conquista de México, el compositor Federico Ibarra Groth presentó tres nuevos álbumes con los cuales su colección discográfica sumará 10 títulos.
Estas nuevas producciones contienen las grabaciones de sus óperas Leoncio y Lena (1980-1981), la primera en su catálogo, y Despertar al sueño (1994), así como el álbum doble con ocho de sus sonatas para piano y La aniquilación de un sueño, obra de hace un par de años que no ha sido estrenada.
Estos materiales fueron auspiciados por el Fideicomiso Federico Ibarra Groth, constituido en 2011 con el fin de preservar y difundir la obra musical de ese autor, uno de los compositores mexicanos con mayor reconocimiento internacional.
Las grabaciones tuvieron también recursos del Sistema de Apoyos a la Creación y Proyectos Culturales de la Secretaría de Cultura federal y serán distribuidas por el sello discográfico Tempus Clásico, en formatos físico y digital.
“Con estos tres discos cierro un primer ciclo de lo que el fideicomiso ha hecho, vamos a ver ahora hacia dónde orientarlo. Se ha grabado ya 60 por ciento de la música que he escrito. Debemos encontrar la forma de grabar el 40 por ciento faltante”, señala Federico Ibarra.
“Esta serie de 10 discos da un amplio registro de mi catálogo; en ella puede encontrarse gran variedad de obras: corales, de cámara, sinfónica y óperas. Todas están grabadas, excepto Madre Juana (1986).”
Con 75 años, cumplidos en julio, el también pianista y profesor emérito de la Universidad Nacional Autónoma de México explica que decidió grabar su música luego de toparse con la falta de interés del Estado y de advertir que varias de sus obras sólo se interpretaban una vez o era muy complicado volver a programarlas.
Aclara que diversos artistas se han interesado en grabar su obra, pero es un esfuerzo que a veces se diluye en la gran cantidad de grabaciones que en determinado momento existieron y no volvieron a ser editadas.
De las tres nuevas producciones, el compositor destaca el disco doble con las ocho sonatas y La aniquilación de un sueño, por haber sido grabadas por la reconocida pianista Guadalupe Parrondo.
De la ópera Leoncio y Lena aclara que hace años existió un elepé en la colección Voz Viva de México, el cual fue grabado por actores. El nuevo material fue realizado hace unos cinco años por un elenco muy equilibrado, agrega, con muy buenas voces y una orquesta de cámara con la mejor dotación existente en ese momento.
Despertar al sueño, “con libreto de David Olguín e inspirada en el mito del conde Drácula”, fue grabada hace unos tres o cuatro años. Está concebida para cantantes y un grupo de tres músicos, lo cual “la hace muy especial”, dice el autor, porque las óperas de cámara no llevan tan pocos instrumentos.