Ciudad de México. Los rincones agradables para el buen comer en la colonia Roma pueden ser muchos y variados, pero no todos pueden redondear la experiencia de los visitantes con art decó, belleza arquitectónica y buena comida. De todo eso puede presumir The Lower Deck, un restaurante que además goza de una excelente ubicación: a un costado de la icónica Plaza Río de Janeiro.
Este espacio recién reabrió sus puertas tras el parón provocado por la pandemia. Se ubica en la planta baja del Museo Casa Filomeno, que alberga una colección única de arte y valiosas antigüedades en una auténtica cápsula del tiempo: un piso con pasado porfirista en el que se aprecian objetos y piezas que datan de entre 1880 y 1910.
Comfort food, tradición y sabor
El menú de The Lower Deck se centra en la comfort food originaria de la costa Este de los Estados Unidos. La curaduría fue por cuenta del chef internacional Alejandro Kuri y del chef de cocina Aldo Aguilar.
Creador de varios conceptos exitosos de restaurantes, Kuri comenta que esta propuesta trae a la ciudad la “comida del diario” surgida en la zona de cara al mar Atlántico en Estados Unidos, aunque también “enfocada un poquito en Nueva Orleans o Nueva Inglaterra, pero principalmente la costa Este”.
De ahí que en la carta resaltan platos como el famoso po’boy, común entre “la poor people que comía dos panes y les metía lo que hubiera. Como es zona de pesca, pues entonces lo hacían de pescado, camarones, cangrejo, etc.”. Con esto mucha gente lo que buscaba era algo simple y saludable, “algo sustancioso que te diera la energía para aguantar el día de trabajo”, dice Kuri.
Alejandro describe la comfort food también como aquella comida resultado del sincretismo gastronómico. Porque ahí, hace mucho tiempo a la costa Este llegaron migrantes, españoles, portugueses, franceses, ingleses e irlandeses, cargados de necesidades y aspiraciones, y también de culturas culinarias que terminaron mezclándose con lo local dando forma a esta tradicional comida.
Con financiamiento del RestFound, que encabeza George Diamandopulous, teniendo como socios a los fundadores de Casa Filomeno Santiago García Galván y Daniel Liebsohon, The Lower Deck abrió sus puertas hace unas semanas en la parte baja de la casona que fue la galería OMR.
El imperdible Lobster Roll
Entre lo estelar del variado menú está el Lobster Roll servido con langosta roja, diferente a la del oceano Pacífico. Viene con pan brioche casero y madurado por 40 horas, y papas gajo como complemento. Se sirve según dos estilos. El de Maine con la cola de langosta ligeramente bañada con mayonesa casera, ralladura de limón eureka y cebollín. Mientras que el estilo Conecticut trae la cola de langosta natural, tibia y acompañada de mantequilla clarificada y rayadura de limón eureka.
Maridajes y postres
Kuri comparte que, del lado de las bebidas, están también enfocados en la cotelería que se hacía en la costa Este. “Por ejemplo, algo muy típico como el moskow mule, con base en la cerveza de jengibre y el vodka”. En el caso de la carta de vinos, sí responde a una intención más global, pues cuenta con etiquetas de muchas partes.
Entre las opciones de maridaje en The Lower Deck, el chef recomienda la hamburguesa de bisonte, que viene con un queso cheddar extra añejado y cuyo sabor se potencia con la fusión del vino tinto. En este caso, de la etiqueta Xolo que produce la Casa Itzcuintle, ubicada en el Sauzal dentro del Valle de Guadalupe, en Ensenada. O también una copita de champagne con un po’boy de cangrejo de concha suave.
Y no se deben olvidar los postres, que igualmente recuerdan lo típicamente casero de la costa Este y que se elaboraban según los frutos de temporada, comenta el chef: “En los días de blueberry se hacía el blueberry pay, para el invierno estaba el pecan pie para el que se guardaban las nueces y las castañas”.