El Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) aplicará en 2022 un nuevo reglamento para otorgar becas de posgrado, lo que permitirá entregar los apoyos de forma directa a los estudiantes y garantizará que quienes sean aceptados en programas de maestría y doctorado en universidades públicas en cualquier área de las ciencias y humanidades, incluidas las disciplinas creativas y las especialidades consideradas prioritarias, así como en algunos campos tecnológicos, recibirán el recurso del organismo, informó su directora general, Elena Álvarez-Buylla Roces.
En entrevista con La Jornada, enfatizó que “vamos a distribuir las becas con un sentido de prioridad pública, de derecho público a la educación y no de unos puntitos que fueron generados con un criterio de mercado. No es el mercado el que nos va a regir para decidir a quién le damos beca y a quién no”.
Álvarez-Buylla destacó que en México hay 403 mil 314 estudiantes de posgrado, pero de ellos 257 mil 82 están inscritos en universidades privadas, es decir, 63.7 por ciento, mientras 146 mil 232 cursan en universidades públicas, lo que representa 36.2 por ciento de la matrícula nacional de estudios de ese nivel.
“Con la mal llamada reforma educativa la formación pública se desmanteló y el proceso fue silencioso en la universidad pública, tanto en calidad como en acceso, lo que viola el artículo tercero constitucional que establece que la educación de alto nivel y rigurosa debe ser un derecho y no un privilegio.
“Detectamos que la matrícula de posgrado, en maestrías y doctorados, porque proliferaron las especialidades en muchos campos, sobre todo las profesionalizantes, tenemos casi el doble de estudiantes en universidades privadas que en públicas.”
Hay universidades privadas, dijo, con buenos posgrados, “pero son pocos doctorados, pues proliferaron las maestrías, las especialidades y los diplomados, y casualmente pasan el Programa Nacional de Programas de Calidad que son estos mecanismos como de mercado y si abres uno, van a existir los abusados que van a responder y hay una simulación de seriedad, de nivel académico, de pertinencia, y sobre todo de congruencia con lo que marca la Constitución en su artículo tercero”.
El cambio en el reglamento de becas, explicó Álvarez-Buylla, mantendrá total respeto a la autonomía de las universidades, porque serán sus cuerpos colegiados y academias las que definan los programas de estudio de posgrado y criterios de aceptación, “pero una vez que los matriculen en universidades públicas en posgrados de ciencias y humanidades, incluidas todas las áreas creativas como letras, música, artes plásticas, geografía, filosofía, historia y las especialidades prioritarias que define el gobierno federal, como la salud y que se incorpora la bucal, van a recibir becas de Conacyt todos”.
La funcionaria federal aseguró que las universidades privadas “no van a quedar fuera, pero va a haber una prelación. Vamos a distribuir las becas con un sentido de prioridad pública, de derecho público a la educación, no es el mercado lo que nos va a regir, nosotros nos debemos a lo público y vamos a regresar a lo publico el quehacer y el deber del Conacyt”.