Jartum. Cientos de miles de personas marcharon ayer hasta el palacio presidencial en la capital de Sudán, en protesta por el golpe militar del 25 de octubre, y fueron contenidas por las fuerzas de seguridad que lanzaron gas lacrimógeno y granadas paralizantes, de acuerdo con testigos citados por la agencia de noticias Reuters.
Algunos manifestantes lograron llegar a las puertas del palacio y los organizadores de la protesta convocaron a más personas.
Reuters no pudo verificar cuántos accedieron al lugar.
La protesta, una de las más grandes desde el golpe liderado por el general Abdel Fattah Burhan, marcó el aniversario del incendio en 2018 de un edificio del partido gobernante que desató un levantamiento popular que condujo al derrocamiento del islamita Omar Bashir.
Las protestas contra el golpe han continuado incluso después de la reinstalación del primer ministro el mes pasado, con manifestantes exigiendo que no haya más participación militar en el gobierno en una transición hacia elecciones libres.
Los manifestantes marcharon por la carretera principal que conduce al palacio, y algunos se lanzaron a las calles laterales para esquivar las descargas de gas lacrimógeno. No hubo reportes de heridos ni de detenciones.
A pesar de que las fuerzas de seguridad bloquearon los puentes sobre el río Nilo hacia la capital, los manifestantes pudieron cruzar un puente que conecta la ciudad de Omdurman con el centro de Jartum, pero se encontraron con el lanzamiento de gas lacrimógeno, señalaron testigos.
Imágenes compartidas en las redes sociales mostraron protestas que tuvieron lugar en otras ciudades, incluidas Port Sudan, El-Deain, Madani y Kassala.