Madrid. Al menos 208 personas murieron tras el paso de Rai por Filipinas, el peor tifón que ha azotado este año al país, informó la policía este lunes, mientras se intensifican los esfuerzos por llevar alimentos y agua a las islas devastadas. En tanto, en Malasia, severas inundaciones obligaron a evacuar a más de 22 mil habitantes.
Al menos 239 personas resultaron heridas y 52 desaparecieron luego de que el tifón arrasó el sur y centro del archipiélago, según la policía.
Más de 300 mil personas abandonaron sus casas y hoteles de playa tras el paso de Rai, dejando a varias zonas sin comunicaciones ni servicio eléctrico, mientras en otros sitios arrancó techos y derribó postes de electricidad.
Arthur Yap, el gobernador de la isla de Bohol, popular destino turístico, informó que las víctimas fatales en la isla sumaron 74.
En las islas Dinagat, el portavoz de la delegación provincial, Jeffrey Crisostomo, indicó a la AFP que hay otros 10 fallecidos.
Con esto la cifra total de muertes reportadas asciende a 208, de acuerdo con datos oficiales.
Es probable que el balance aumente a medida que las agencias del gobierno comiencen a evaluar la totalidad del desastre.
El tifón Rai azotó Filipinas el jueves con vientos de 195 km por hora y actualmente hay desplegados miles de policías, militares, guardias costeros y bomberos para asistir en las búsquedas y rescate en las zonas afectadas.
El sábado el ciclón se alejó avanzando por el mar de China Meridional y el domingo estaba frente a las costas de Vietnam avanzando hacia el norte.
Maquinaria pesada fue usada para ayudar a despejar carreteras bloqueadas por la caída de postes y árboles.
El gobierno anunció unos 35.6 millones de euros en ayuda para desplazados de las Visayas y Mindanao, explicó Karlo Nograles, portavoz presidencial, citado por el periódico filipino Inquirer.
Nograles informó que el presidente Rodrigo Duterte ordenó a las agencias gubernamentales “utilizar todos los medios públicos” para ayudar a los afectados por el paso de la tormenta.
Además, explicó que el Ministerio de Obras Públicas y Autopistas trabaja para desbloquear las carreteras que han quedado cortadas.
Duterte visitó el sábado las islas de Siargao, Dinagat y la ciudad de Maasin para comprobar en persona los daños provocados por Rai y encargó al ministro de Bienestar Social y Desarrollo, Rolando Bautista, la gestión de la crisis en Surigao del Norte.
Cinco millones de personas se quedaron sin corriente eléctrica en todo el país debido al paso del tifón, que causó importantes daños en las islas Visayas y en Mindanao.
Por su parte, el papa Francisco al finalizar su tradicional oración dominical del Ángelus, expresó su “cercanía con el pueblo de Filipinas”, país en su mayoría católico, y añadió que “pueda el santo Niño llevar consuelo, esperanza a las familias con más dificultades”, en referencia a la cercana Navidad.
Rai causó estragos también en Malasia, donde inundaciones obligaron a evacuar a más de 22 mil personas en las que ya son las peores inundaciones en el país asiático en los últimos cien años.
Las autoridades informaron sobre crecidas peligrosas en ocho de los 16 estados y territorios federales que integran el país y el Departamento de Meteorología emitió alertas por lluvias torrenciales para Selangor, Kuala Lumpur, Pahang, Melaka, Negeri Sembilan, Terengganu, Kelantan y Perak.