Convencida de que en tiempos de confinamiento la literatura adquiere un valor terapéutico y de salvación, la escritora Carmen Nozal (Gijón, Asturias, 1964) regresa a la escena literaria con su obra más reciente, Poesía reunida 1991-2021, publicada por Mastodonte, sello de Braun Ediciones.
El amor, el desamor, la ciudad, la guerra civil española, los desaparecidos, el lenguaje, la creación de la palabra y la poesía mística son algunos temas que alude la autora en 30 años de trabajo.
“En cualquier momento de la vida la escritura adquiere un papel protagónico. Sin embargo, durante la pandemia de Covid-19 ésta sirve como vínculo para externar la carga emocional plagada de pérdidas y desilusión”, explica Nozal en entrevista con La Jornada.
“El duelo no sólo surge por la muerte de un ser querido, pues podemos experimentar dolor cuando se tambalea la salud, la cordura, el dinero, el trabajo, el valor e incluso la confianza. En mi caso, la poesía me mantuvo anclada y sostenida a la vida.”
El proyecto emprendido por la también coordinadora de comunicación, difusión y prensa del Museo Nacional de Arte logró concretarse con la participación de Héctor Gutiérrez, director de la empresa mexicana Konesh Soluciones, y la narradora Mónica Braun, quien editó la obra.
“Cuando comencé a compilar los escritos, me di cuenta de que en 1991 publiqué mi primer poema, por lo que cumplo 30 años de difundir mi poesía, aunque incursioné en las letras mucho antes.
“Mis influencias provienen de la Generación del 27 con Federico García Lorca, Rafael Alberti, Pedro Salinas, Luis Cernuda, Vicente Aleixandre, Jorge Guillén, Gerardo Diego, Dámaso Alonso y Manuel Altolaguirre, por citar algunos.
“Las jarchas (composiciones liricas árabes), los místicos españoles San Juan de la Cruz, Fray Luis de León, Santa Teresa de Jesús, así como Sor Juana Inés de la Cruz, también contribuyeron en mis letras.”
El primer acercamiento que tuvo la autora con la literatura fue a su corta edad, cuando su familia solía recitarle versos, sobre todo, en lengua asturiana (bable), a través de canciones populares que prevalecen en la comunidad de Principado de Asturias. Desde entonces, se congratula de formar parte del “gran clan internacional poético” por el que sólo tiene palabras de agradecimiento.
Disciplina e inspiración
“Dos de mis grandes maestros son Óscar Oliva y Eduardo Casar, quienes coinciden en que se debe tener mucha disciplina para que surja la inspiración junto con la creatividad. En mi caso, ambas fluyen de la conjunción de mi pensar con mi sentir.
“Leer poesía nos permite hallar algo sumamente valioso, porque el lenguaje lírico no pertenece a los poetas, ni siquiera a los lectores. La poesía es una energía disponible para cualquiera. No es necesario estudiar para reflejar nuestras emociones a través de la escritura.
“Es natural que mientras más poemas leamos, además de deleitarnos, tendremos más acervo lingüístico. Pero el proceso de indagar en esta composición literaria surge como un acto espiritual, espontáneo y creativo en cualquier momento.”
Carmen Nozal asegura que la poesía representa un estilo de vida que siempre la acompaña. Sin embargo, como en cualquier idilio, han tenido sus altibajos.
“En cada momento (amargo-ameno), la poesía ha estado conmigo, aunque me abandonó durante un tiempo, o yo la abandoné, o nos abandonamos mutuamente. Durante unos años nuestra relación era tan íntima y de pronto nos distanciamos. Al final, ésta volvió a surgir dentro de mí.
“La lectura y la escritura se han vuelto mis maestras. Me han aportado conocimiento, pasión, vitalidad (…) han sido herramientas fundamentales para mi vida, y no sólo para beneficio personal, sino colectivo. Aprendí que con las palabras se pueden crear muros o ventanas.”
Poesía reunida 1991-2021 se puede adquirir en la plataforma Amazon, la tienda Sanborns y en la librería U-Tópicas (Aguayo 37, planta alta, colonia Del Carmen, Coyoacán, en la Ciudad de México).