Kabul. Funcionarios talibanes de alto rango pidieron ayer ayuda a la comunidad internacional para combatir una crisis económica cada vez más profunda que ha generado temores de otro éxodo de refugiados desde Afganistán. En tanto, más de 60 mil intérpretes afganos que solicitan asilo en Estados Unidos siguen atrapados en Afganistán, cuatro meses después de que los talibanes completaran su conquista del país, informaron fuentes del Departamento de Estado al The Wall Street Journal.
El viceministro de Relaciones Exteriores del movimiento, Sher Mohammad Abbas Stanikzai, aseguró que es responsabilidad de gobiernos como Washington, que han bloqueado miles de millones de dólares en reservas del Banco Central, ayudar a Afganistán a recuperarse después de décadas de guerra.
“El impacto de los fondos congelados afecta a gente común y no a las autoridades”, explicó en una conferencia de Organización de Naciones Unidas (ONU), a la que asistieron representantes de la Organización Internacional para las Migraciones y el Alto Comisionado para los Refugiados.
Los organismos de la ONU estiman que, si no se da asistencia urgente, millones de afganos podrían pasar hambre durante el invierno, pero la liberación de fondos se ha visto obstaculizada por la falta de voluntad internacional para comprometerse directamente con los talibanes, debido a la preocupación por los derechos de las mujeres y la inclusión política.
Millones de personas están sin trabajo y el sistema bancario funciona parcialmente. “Si la situación política y económica no cambia, habrá más migración”, sentenció Stanikzai.
Estados Unidos emitió una guía que permite las remesas personales en efectivo a Afganistán, pero no cede en su negativa a liberar los 9 mil millones de dólares en reservas del Banco Central o levantar las sanciones a líderes talibanes.
The Wall Street Journal informó que 60 mil intérpretes que colaboraron con los estadunidenses antes de la salida de las tropas en agosto pasado siguen en Kabul e intentan salir. De ellos, 33 mil afganos, incluidos los solicitantes principales y sus familias, ya han pasado por la investigación que se les exige y podrían ser evacuados de inmediato.
Los 29 mil solicitantes de visa restantes se encuentran en las primeras etapas del proceso; es decir, en medio de un protocolo de verificación que tiene el doble objetivo de la comprobación de sus antecedentes laborales y las posibles conexiones con “grupos terroristas”.
Washington ya no tiene presencia diplomática en Afganistán, factor que se suma a la dificultad para tramitar los casos pero el mes pasado firmó un acuerdo con Qatar en el que estableció a la nación del Golfo como la potencia protectora de Estados Unidos en Afganistán. Los qataríes convinieron en establecer una sección de intereses estadunidenses dentro de su embajada para brindar servicios consulares a quienes trabajaron para Estados Unidos y desean salir de Afganistán.
El director general del Departamento de Pasaportes, Alam Gul Haqqani, aseguró que hoy se reanudará la emisión de pasaportes que se suspendió hace un mes por fallas técnicas.