Desde 2017, el gobierno de Reino Unido ha ayudado a firmas británicas como Shell y British Petroleum (BP), para capitalizar la privatización del sector energético mexicano a través de un programa que busca auxiliar en la transición de la economía en la reducción de emisiones de carbono.
De acuerdo con un documento publicado por DeclassifiedUK.org, el Ministerio de Relaciones Exteriores británico ha utilizado el Fondo de Prosperidad de México Programa 2017-2023 para promover “el crecimiento inclusivo”, aunque ello ha incluido “intervenciones” en las que “empresas de Reino Unido puedan beneficiarse”.
El programa de ayuda británico surgió tres años después de que comenzó la implementación de la reforma energética.
El documento señala que “todo el programa está estructurado para garantizar que impulsemos y aprovechemos los beneficios comerciales secundarios para las empresas internacionales, incluidas las empresas del Reino Unido”.
El presupuesto asignado fue de 75 millones de libras esterlinas, equivalentes a 2 mil 70 millones de pesos.
El proyecto señala que se destinarán 28 millones de libras esterlinas, es decir, 772 millones de pesos al sector energético, que es el doble de los montos destinados a los otros sectores que contempla el fondo.
El programa se ejecuta a través de cuatro contratos comerciales, los cuales permiten “cierto nivel de flexibilidad y la capacidad de capitalizar ventanas para influir en la política gubernamental en México”.
Development Alternatives Incorporated obtuvo el contrato para las ramas de energía y servicios financieros.
Dicha empresa estadunidense es contratista de los gobiernos británico y de Estados Unidos, según señala DeclassifiedUK.org, además de ser desde 2019 un asesor de la petrolera Shell.
Esta última empresa obtuvo nueve bloques de petróleo y gas en el Golfo de México durante las rondas energéticas realizadas en el sexenio anterior.
Según su página de Internet, sus actividades en México están divididas en diversas áreas, siendo la importación y comercialización de gas natural licuado una de las más importantes en el país.
Mientras BP, que comenzó a operar en 2017, cuenta con más de 400 estaciones de servicio en el territorio nacional y ha sido señalada por la Procuraduría Federal de Consumidor (Profeco) por vender gasolina cara y alterar las bombas despachadoras.
Además, en 2016 participó en la primera licitación para explorar aguas profundas, una de las áreas donde el gobierno británico aseguró tener experiencia.
El texto de las autoridades británicas resalta como beneficios de su ayuda ser el “primer país en incorporar los objetivos del cambio climático en la estrategia energética nacional”, además de su “experiencia de privatización del sector energético y liberalización del mercado”.
El documento señala que busca generar cambios en los cuatros sectores, los cuales fueron identificados debido a su capacidad de “generar beneficios primarios (como la reducción de la pobreza) y secundarios (oportunidades de negocios internacionales)”.
“La apertura de nuevos mercados presentará oportunidades para las empresas internacionales y del Reino Unido”, señala.