Ciudad de México. México cerró 2021 con 77 periodistas asesinados en el cumplimiento de sus labores según la ONG Campaña Emblema de Prensa. Como en los recientes años, nuestro país está entre las tres naciones en el mundo más peligrosas para los reporteros, articulistas, periodistas de investigación y presentadores.
En este contexto surge el documental canadiense El costo de la libertad (The Cost of Freedom), escrito y dirigido por James Cullingham, que sigue los casos de tres periodistas que tuvieron que salir de sus países y fueron acogidos como refugiados en Canadá, donde han logrado rehacer sus vidas.
El renunciar a sus carreras y a sus trayectorias profesionales fue el precio por salvar sus vidas y las de sus familias, tras sufrir persecución, intentos de encarcelamiento y asesinato en sus países. Cullingham señala en el documental que tuvieron “el privilegio de un pasaporte” que les permitió seguir vivos y en libertad, pero eso tuvo un precio muy alto.
México, Turquía y Siria
México, Turquía y Siria son tres de los países que están siempre entre los primeros lugares de naciones en que los periodistas peligran, según las listas de diversos organismos. El documental nos presenta a Luis Horacio Nájera Castillo, mexicano, ex corresponsal en Ciudad Juárez quien debió huir a Canadá con su esposa y tres hijos por amenazas que hicieron contra él y su familia miembros de los cárteles de la droga del norte del país.
Nájera no tiene empleo fijo y con su esposa han tenido que trabajar como conserjes. Él también graba podcasts en español.
Reporteó desde la frontera, en Ciudad Juárez, hasta 2008. Vivió mucho tiempo “siempre pensando en las consecuencias que podía tener lo que escribía”. Él y su esposa recibieron amenazas repetidamente. En una ocasión fue perseguido y acorralado por hombres armados, y después de eso huyó del país con su familia hacia Canadá, país del que no sabía nada.
“Nunca seré un periodista en Canadá aunque he escrito artículos de opinión en cuatro periódicos importantes. Soy fuereño”, indica Nájera. El documental se centra en la forma en que quienes han salvado su vida gracias al asilo enfrentan la pérdida de sus profesiones, y en cierta forma, de su identidad, al verse obligados a cambiar el periodismo por empleos sencillos que les permiten subsistir. Ninguno de los tres oculta la pena que le causa el hecho de no poder seguir desarrollándose en su profesión.
Nájera publicó recientemente un libro sobre el crimen organizado en Canadá en coautoría con un escritor canadiense, y dijo que sin esa colaboración, jamás hubiera logrado publicar su trabajo.
El documental deplora, por medio de todas sus distintas voces, que excelentes comunicadores con experiencia y conocimientos forjados durante años de labor deban renunciar a su profesión, lo que es una pérdida para el público. Se trata además del testimonio del impacto emocional y sicológico que provoca el desarraigo en personas que deben huir de sus países para evitar la prisión, la tortura y la muerte.
“Toda mi vida en una bolsa”
Arzu Yildiz, de Turquía, era una periodista de investigación y documentalista especializada en temas legales, de corrupción, trata de armas, y debió huir del país ante el peligro de ser encarcelada por el gobierno del presidente Recep Tayyip Erdogan, quien llegó al poder en 2014 y sofocó un intento de golpe de Estado en 2016, después del cual ejecutó una cacería contra opositores en todos los sectores de la sociedad, incluido el del periodismo.
Yildiz, debió dejar a sus hijas de siete y 17 años en Estambul y huir a Canadá con sólo una playera y una piyama. “Toda mi vida en una bolsa, fue como morir”, expuso la periodista.
Fue acusada del delito de “propaganda” por la fiscalía. Era la única mujer en una lista de “enemigos del gobierno turco”. Su esposo se divorció de ella para no ser acusado por asociación.
Aunque eventualmente Yildiz logró sacar a sus hijas de Turquía para pudieran vivir con ella en Canadá, su carrera como periodista no se salvó. Ahora trabaja haciendo entregas de comida a domicilio en su auto. Indica que ha escrito un libro, pero no ha podido publicarlo.
Abdulrahman Matar, se desempeñó durante 35 años como columnista en Siria, donde estuvo cinco veces en prisión por ser crítico hacia el gobierno del actual presidente Bashar al Assad, quien gobierna desde 2000.
Matar llegó a Canadá tras sufrir torturas físicas y sicológicas durante sus periodos de encarcelamiento y trabaja como operador de maquinaria en una fábrica. En el exilio lo acompaña su esposa. No se ha reunido con sus hijos adultos, quienes radican en Suecia y Nueva York, desde hace diez años. Al igual que los otros dos periodistas que protagonizan el documental, expresa su profundo agradecimiento por la vida que tiene en Canadá, pero no oculta a pérdida irreparable que para él implica el no poder desarrollarse como periodista.
El comunicador es muy activo en actos culturales de la comunidad siria radicada en Canadá. Escribe poesía en su idioma y recientemente publicó la novela Wild Mirage, traducida del árabe al inglés.
Nájera, Yildiz y Matar colaboraron en una compilación de ensayos sobre escritores en el exilio.