Londres. Envuelto en una serie de escándalos, el primer ministro británico Boris Johnson afirmó ayer que asume la “responsabilidad” de la derrota de su partido conservador en una elección local, que lo fragiliza aún más en pleno resurgimiento del Covid-19.
Dos años después de su histórica victoria con la promesa de sacar a Reino Unido de la Unión Europea, el final de 2021 se convierte en pesadilla para el líder conservador.
Hasta hace poco, Johnson gozaba de gran popularidad, cuestionada actualmente por su propio bando en el Parlamento tras varios escándalos, inflación galopante y el aumento exponencial de los contagios de Covid-19 por la variante ómicron, que marca por tercer día consecutivo un récord: 93 mil nuevos casos.
A la lista se suma el duro revés sufrido por el Partido Conservador en una elección parcial celebrada el jueves en la circunscripción rural de North Shropshire, controlada por su partido desde hace casi 200 años. La circunscripción cayó esta vez a manos del Partido Liberal Demócrata, con 47 por ciento de los votos.
Helen Morgan, la candidata ganadora, afirmó tras su victoria que los electores enviaron un mensaje “alto y claro” a Johnson de que “la partida se acabó”.
Además del revés electoral, el primer ministro se vio salpicado por una serie de escándalos. Su popularidad cayó en picada tras la revelación de una serie de fiestas en Downing Street, la sede del gobierno, durante el invierno de 2020, cuando los británicos estaban sometidos a fuertes restricciones para combatir la pandemia de coronavirus.
Cada día llega una nueva revelación; varios medios afirmaron el viernes que el funcionario encargado de una investigación interna sobre estas reuniones de Navidad, Simon Case, había participado en otra dentro de su propio servicio. Frente a esta nueva polémica, Case se “retiró” de esta investigación para que “conserve la confianza del público”, declaró el viernes por la noche un portavoz de Downing Street.
Antes, el jueves, los diarios The Guardian y The Independent revelaron que Johnson participó en otra fiesta en Downing Street el 15 de mayo de 2020, también en medio de fuertes restricciones sanitarias.
Johnson trató de defender nuevas medidas anti-Covid el miércoles en el Parlamento, pero 99 de los 361 diputados de su propio partido se opusieron a la aplicación de pasaportes sanitarios para entrar a actos multitudinarios. La medida fue adoptada gracias al apoyo de la oposición laborista, pero fue la mayor rebelión que sufrió Johnson desde su llegada al poder en 2019.