La Habana. La Asamblea Nacional del Poder Popular (parlamento) de Cuba rechazó ayer una resolución adoptada en la Eurocámara que condena a la isla por supuestas violaciones a los derechos humanos.
“Los promotores de ese engendro no han tenido el menor pudor al mentir sobre supuestos casos de torturas y tratos crueles y degradantes cometidos contra defensores de los derechos humanos, que es la manera en que se refieren a personas amparadas y pagadas desde Estados Unidos para subvertir el orden constitucional en el país”, subrayó el documento publicado en el sitio digital del parlamento cubano.
El jueves, el Parlamento Europeo aprobó una resolución de condena al gobierno cubano por 393 votos a favor, 150 en contra y 119 abstenciones, impulsada por el Partido Popular Europeo, el grupo liberal, el conservador y eurodiputados de extrema derecha, que reclaman la liberación de las personas encarceladas después de las protestas del 11 julio pasado.
“Su empeño en proteger a vulgares delincuentes y mercenarios deja muy claro el menosprecio por los derechos humanos de los cubanos, cuya principal violación, el bloqueo estadunidense contra Cuba, siquiera es mencionado”, enfatizó la declaración de la Comisión de Relaciones Internacionales del parlamento de la isla.
Según medios internacionales y grupos opositores cubanos, cerca de un centenar de personas permanecen bajo arresto y son sometidos a procesos judiciales, enfrentando acusaciones de vandalismo, desacato y alteración del orden, entre otros delitos.
De acuerdo con el documento del legislativo cubano, la resolución adoptada por el Parlamento Europeo usa “términos injerencistas y el más rancio lenguaje colonialista”, que trata de “aislar internacionalmente a un país sometido a una guerra no convencional para imponerle un cambio de sistema político contrario a su Constitución.
“Por esta vía, de paso, evitan pronunciarse sobre verdaderas violaciones de los derechos humanos en Europa, Estados Unidos de América, Israel y otros países donde sí tienen lugar esas prácticas”, agrega la declaración.
Además, resalta las voces de denuncia de eurodiputados opuestos a esta resolución, que calificaron de injusta.
“Agradecemos a ellos, a los 150 que se opusieron y a otros 119 que no respaldaron el documento, por su postura ética”, precisa el texto de la Asamblea Nacional de Cuba.
Las autoridades cubanas insisten en que la protesta del 11 de julio y los intentos que fracasaron en noviembre pasado responden a un plan diseñado por Estados Unidos para generar crisis interna en la isla, subvertir el orden interno, desestabilizar a la sociedad y lograr, desde presiones políticas y económicas hasta el uso de fake news, el derrocamiento del gobierno, mediante la manipulación informativa de los grandes medios de prensa internacionales.
Según las denuncias del gobierno, estos acontecimientos apuntan a otro capítulo de una guerra no convencional, como parte de un manual aplicado por Washington en varios países de Europa Oriental, Medio Oriente y América Latina.
La Habana asegura que estos grupos carecen de base social dentro de la isla y responden a intereses externos, de ahí el poco apoyo popular ante sus reclamos, demandas y convocatorias.