Chimalhuacán, Méx., Después de 21 años de permanecer en el poder, Antorcha Campesina deberá entregar la administración “en paz y tranquilidad”, exigió ayer la alcaldesa electa de este municipio, Xóchitl Flores Jiménez.
Durante la toma de protesta del nuevo ayuntamiento, que entrará en funciones el 1º de enero de 2022, la morenista dijo que dicha organización le heredó una deuda superior a 88 millones de pesos y más de 700 nuevos trabajadores sindicalizados.
Refirió que se debe ese monto a la Comisión Federal de Electricidad (CFE); advirtió que se revisarán con cuidado las finanzas para determinar si hay otros compromisos económicos pendientes con proveedores del gobierno priísta saliente de Jesús Tolentino Román Bojórquez.
Además, la administración que termina, en contubernio con el Sindicato Único de Trabajadores del Estado de México y Municipios (Suteym), sindicalizó a 710 personas tras las elecciones del 6 de junio; los nuevos agremiados del Suteym son simpatizantes y operadores del movimiento antorchista.
Al respecto, Xóchitl Flores señaló que cuando inicie su gestión revisará de manera puntual los trámites sindicales de todos aquellos que fueron beneficiados después del proceso electoral reciente.
No obstante, a los 576 servidores públicos que se integraron al Suteym antes de esa fecha les brindó su respaldo.
Asimismo, lamentó que en el último año de gobierno de Román Bojórquez únicamente se destinara 12.8 por ciento del presupuesto total a obra pública.
Entre sus prioridades, adelantó, estará fortalecer dicho rubro, pero también se invertirá en “otros males del municipio como la inseguridad y la violencia de género”.
También hizo un llamado al presidente Andrés Manuel López Obrador y al gobernador priísta Alfredo del Mazo, para que” volteen a ver a Chimalhuacán”.