Madrid. España vivió una semana compleja en relación con el precio de la luz, en la que por primera vez en la historia se alcanzó un precio tan desorbitado como inimaginable a principios de año: una media de más de 300 euros el megavatio hora (MWh) a lo largo de la semana. Y para cerrar este conteo incesante de malas noticias para las familias más vulnerables, en los pasados tres días se registraron hasta tres récords de máximos históricos, y hoy, cuando en teoría duermen los mercados financieros, el costo del servicio alcanzará en la hora punta 342 euros MWh.
La tercera semana de diciembre de 2021 ha sido la peor, la más catastrófica para los usuarios, en relación con el precio de la electricidad en España. La espiral, que se inició en enero pero se recrudeció desde julio, lleva una senda ascendente; por ejemplo, en enero, cuando ya empezaba a preocupar el incremento de la luz, se encendieron las alarmas cuando se superó la barrera de 50 euros. En julio, esa misma señal de alarma se intensificó al superarse la barrera de 100 euros. Y ahora, en menos de seis meses, esa barrera es de 300 euros el MWh y, lo que es peor para los usuarios, por primera vez esa cuota se ha estabilizado a lo largo de toda una semana.
Es precisamente la semana que culmina mañana, en la que se registró una media de 306.33 euros el MWh y en la que además de los tres máximos históricos también sería el peor sábado de la historia, con una media de costo de 309 euros el MWh, según datos del Operador del Mercado Ibérico de Energía.
La escalada imparable del precio del gas es la principal razón de este encarecimiento, con un precio de referencia que se sitúa en 135 euros y que incrementa a su vez todo el resto de las energías que se consumen en el país. A lo que también hay que sumar los efectos del precio de los derechos de emisión de dióxido de carbono (CO2), que en las últimas semanas se ha situado por encima de 80 euros, mientras que hace menos de un año el precio rondaba los 33 euros.
Las medidas fiscales y la reducción del IVA por parte del Ejecutivo socialista de Pedro Sánchez ha logrado amortiguar parcialmente las consecuencias de este incremento disparado de los precios, pero que no ha evitado que siga aumentando la población sometida a la peor “pobreza energética” de la historia contemporánea y que afecta a más de 18 millones de hogares.
La especulación en el mercado de mayoristas a nivel internacional y la política de acumulación de beneficios por parte de las grandes operadoras, como Iberdrola, Repsol y Naturgy, están detrás de esta escalada de precios que tiene en vilo a millones de hogares en Europa y España.
Y lo peor es que todas las previsiones de las consultoras e institutos de análisis es que esta espiral de precios continuará con similar virulencia a lo largo de 2022. Y las más pesimistas advierten que la situación “no se estabilizará” hasta 2024, como advierte la prestigiosa consultora española Freemarket CL, que además anticipa que el PIB crecerá solamente 5.2 por ciento en 2022, frente a 7 por ciento que prevé el gobierno español. Según estas estimaciones, el alza de los precios de la energía restará 1.3 puntos al crecimiento del PIB en 2021, además de un punto más en 2022, lo que equivaldría a un golpe medio en cada hogar en España de mil 373 euros (28 mil pesos) por el incremento de la electricidad.