En enero comenzará a operar la primera de las bibliotecas que la Fundación Elena Poniatowska Amor AC proyecta crear en zonas rurales de Oaxaca, informó a La Jornada Felipe Haro Poniatowski, quien precisó que dicho espacio estará ubicado en una comunidad cercana a Huatulco.
“Vamos a enviar 400 libros. Por el momento es sólo una biblioteca, pero esperamos poner otras tres en esa entidad”, indicó. “Estamos muy contentos porque, pese a que tenemos muy pocos apoyos, entre ellos el de la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México, seguimos vivos y trabajando”.
La creación de bibliotecas en zonas rurales es uno de los ejes del proyecto Biblioteca Viva de dicha fundación, mediante el cual busca promover la lectura entre comunidades que no tienen fácil acceso a la literatura.
De tal forma, se cuenta ya con bibliotecas en tres centros de reclusión de la Ciudad de México. Los acervos editoriales se han ido conformando mediante la donación de libros por parte de la sociedad civil.
En entrevista, Felipe Haro informó, además, de que al cierre de la convocatoria del segundo Concurso Iberoamericano de Cuento y Novela Ventosa-Arrufat y Fundación Elena Poniatowska, ocurrido el jueves pasado, se habían recibido alrededor de 370 cuentos y unas 200 novelas.
“Digo alrededor porque todavía, por el matasellos, pueden seguir llegando trabajos; no es un dato definitivo. El año pasado tuvimos mil participantes, entre cuentos y novelas, ahora un poco menos, porque la gente ya está saliendo a trabajar tras la pandemia”, detalló.
“De todas maneras, podemos calificar que este año ha sido una convocatoria exitosa otra vez. Llegaron trabajos desde Costa Rica, España, Brasil, Cuba, Argentina y Colombia, lo cual indica que ya se está haciendo un premio iberoamericano.”
Después de adelantar que los ganadores de este concurso serán anunciados a mediados de marzo del año entrante, señaló que han detectado que una de las principales trabas para participar en el certamen es que éste se realiza aún por correo ordinario, por lo que esperan llevarlo al ámbito digital a partir de la próxima versión.
“Ese sistema cuesta, pero en eso estamos trabajando”, apuntó Felipe Haro, quien agregó que, aunque tienen muy poco presupuesto, también se trabaja en la renovación de la página electrónica de la fundación y las redes sociales.
Aceptó que por su escaso presupuesto y la falta de apoyo, la subsistencia de la fundación está en vilo permanente. “Siempre habrá el riesgo (de desaparecer), porque no somos una familia adinerada. Agradecemos al finado Rafael Tovar y de Teresa (primer titular de la Secretaría de Cultura de México) que haya hecho las gestiones para la casa, nuestra sede. Aquí seguimos, tenemos un comodato por 99 años, pero necesitamos sobrevivir con sueldos y salarios. La gente come y lee”, finalizó.