Desde que comenzó el confinamiento en marzo de 2020, Betzabé –de 9 años– no había tenido una actividad recreativa fuera de casa, salvo algunas con fines pedagógicos en su grupo de cuarto año de primaria, cuando se reanudaron las clases.
Desde Santa Martha Acatitla, en Iztapalapa, salió ayer con su madre a realizar algunas compras al Centro y se tomaron un par de horas para visitar la verbena navideña del gobierno capitalino en el Zócalo, donde no duda en decir que “la pasé muy divertida” en el área de juegos mecánicos, donde pudo subirse “al gusanito, a la rueda de la fortuna y al carrito de bomberos”, aunque dijo que extraña la pista de hielo que se instaló hasta hace unos años.
Como ella, desde el jueves cientos de personas acuden para tener un momento de esparcimiento, ya sea moradores de calles cercanas como Genaro y su esposa Ofelia, vecinos de República de Chile, que acompañaron a su hija y nieta a quienes esperaban mientras leían en una banca con forma de árbol frente a la villa navideña, o desde zonas distantes como Nezahualcóyotl, estado de México, de donde llegaron Miriam González con su esposo y sus hijos Manuel y Ana, de 8 y 9 años, emocionados porque después de 40 minutos de hacer fila serían los siguientes en entrar a la zona de juegos mecánicos.
Con la experiencia de festejos en el Zócalo antes de la emergencia sanitaria, contó que en cuanto se enteró por Facebook de la verbena propuso a su familia venir al Centro, “se siente bonito estar otra vez aquí”.
En el otro extremo, tras otra fila para el tobogán de hielo, se escucha a un menor gritar a su familia que lo observa tras las vallas metálicas, “¡Se siente bien padre!” cuando apenas sale de la goma inflable, mientras uno de los encargados devuelve al padre el teléfono en el que registró en video los seis segundos del descenso, que es poco tiempo tras hacer fila por 15 minutos, pero asegura que “valió la pena”.
Por la noche, en el acto protocolario de inauguración, la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, dijo que esta feria es justamente un agradecimiento a los habitantes de la ciudad por la enorme solidaridad demostrada en la pandemia, en casi ya dos años que han sido difíciles.
Con algunos funcionarios de su gabinete y menores beneficiarios de programas del DIF, la mandataria acudió con la médica y el enfermero del área Covid de la Secretaría de Salud capitalina, Karla María Torres y Fabián López Ramírez, así como Luis Fernando Morán Hernández, quien desinfecta los inmuebles, “representantes de los héroes que han salvado a miles de personas”.
Sheinbaum pidió también a los cientos de personas frente al escenario principal reconocer con aplausos a otros que tampoco dejaron de trabajar durante la pandemia, como los policías y el personal de limpia, e insistió en que el mayor reconocimiento lo tienen los capitalinos que siempre están atentos a cuidar de los demás y a darse la mano, como en los sismos.
Luego de desear felices fiestas y llamar a la reflexión sobre lo vivido, invitó a despedir el año el 31 de diciembre con Los Ángeles Azules en el Paseo de la Reforma, cerca de la glorieta de La Palma.