El segundo tribunal colegiado de Tamaulipas concedió amparo a Gildardo López Astudillo, El Gil, presunto líder del grupo delincuencial Guerreros Unidos y uno de los principales acusados de participar en el asesinato de los 43 normalistas de Ayotzinapa, según la verdad histórica de las investigaciones que realizó la entonces Procuraduría General de la República.
Los magistrados del decimonoveno circuito revocaron el fallo de un tribunal unitario por vicios formales en el proceso, que en su momento negó al quejoso concederle la medida cautelar.
Sin embargo, a pesar de que el impartidor de justicia le otorgó la protección de la justicia federal, no hizo pública la resolución, los motivos y qué efectos tiene el amparo.
La decisión judicial impide detenerlo en tanto la Fiscalía General de la República (FGR) no rectifique su carpeta de investigación y elimine todos los datos de prueba obtenidos mediante tortura. Sólo cuando esto ocurra, un juez podría emitir una nueva orden de aprehensión debidamente fundamentada.
El Gil recibió el criterio de oportunidad y en la actualidad es testigo colaborador de la FGR para el caso de los estudiantes desaparecidos el 26 de septiembre de 2014 tras el ataque en Iguala, Guerrero. Incluso, aportó información y fue parte de quienes condujeron a las autoridades al punto de la Barranca de la Carnicería.
López Astudillo fue detenido en septiembre de 2015, acusado de ser uno de los autores intelectuales de la desaparición de los normalistas. Incluso, entre los datos de prueba del Ministerio Público Federal está la transcripción de los mensajes que interceptó con autorización judicial de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés), en los que El Gil dijo a otros mandos de Guerreros Unidos que entre los jóvenes iban infiltrados miembros de Los Rojos, organización rival, y por ello ordenó que los secuestraran y asesinaran.
No obstante, sus abogados lograron comprobar que fue torturado para admitir su culpa, por lo cual salió de la cárcel cuatro años después. La FGR impugnó y buscó que un juez federal ordenara nuevamente su captura. Sin embargo, pretendió sustentar esta petición en la misma carpeta de investigación donde se integraron los indicios de prueba obtenidos mediante tortura. Debido a ello, el juez negó la orden y la FGR solicitó la revisión del caso ante el colegiado, que ratificó en favor de El Gil. El criterio de oportunidad le permite negociar alguna acusación que se formule o se replantee.