Santiago. La disputa por la presidencia de Chile en la segunda vuelta del próximo domingo entre el izquierdista Gabriel Boric y el ultraderechista José Antonio Kast, quedó súbitamente entreverada por la muerte de Lucía Hiriart de Pinochet, la viuda del dictador, ocurrida la tarde de ayer, justo cuando las dos candidaturas se aprestaban a realizar en Santiago sus cierres de campaña.
La noticia corrió primero como un rumor –tal cual como en decenas de fallidas ocasiones anteriores–, hasta que una nieta de la finada lo confirmó en Twitter: “A los 99 años y rodeada de familiares y seres queridos fallece mi amada abuela. Deja una huella inmensa en nuestros corazones. Entregó su vida al servicio de los chilenos y la historia sabrá valorar su grandiosa obra y su trabajo por nuestro amado país. Descansa en paz”, publicó Karina Pinochet.
Con el rumor convertido en certeza comenzaron las reacciones, inicialmente con decenas de personas congregándose en la Plaza Baquedano, o Plaza Dignidad, de la capital chilena.
“Lucía Hiriart muere en impunidad pese al profundo dolor y división que causó a nuestro país. Mi respeto a las víctimas de la dictadura de la que fue parte. No celebro la impunidad ni la muerte, trabajamos por la justicia y la vida digna, sin caer en provocaciones ni violencia”, tuiteó el candidato Boric.
Mientras su rival Kast, reconocido pinochetista y negacionista de las violaciones a los derechos humanos, declaró a una radio: “Más que dar la condolencia a la familia y lamentar la muerte, no quiero hacer un hecho político de esto. Entiendo la preocupación de los medios y todas las miradas históricas que se van a dar, lo dejo como un hecho humano. Hay gente celebrando, creo que no es lo que uno esperaría, siempre la muerte de alguien para la familia es dolorosa, más allá del rol histórico de la persona”, agregando que no asistirá al funeral.
Alicia Lira, presidenta de la Agrupación de Familiares de Ejecutados Políticos, señaló que “la viuda del dictador muere tranquilamente con su familia, en la impunidad que sufrimos en derechos humanos los familiares de las víctimas”, recordando la corrupción de la pareja y “la complicidad de los crímenes que se vivieron, realmente nos re-victimizamos al pensar lo que representó hasta el día de su muerte, es lo más siniestro en cuanto a lo que vivió este país.
“Doña Lucía” o “la vieja”, como le decían aduladores y detractores, fue implacable con propios y extraños, tanto que resultaba un martirio caer en desgracia ante ella, narran las biografías y quienes la conocieron. Ambiciosa de poder y codiciosa de ascenso social y riqueza, tuvo una influencia determinante sobre los asuntos de su marido, a quien se le describía como débil de carácter, al cual trataba con severidad. Ambos fueron procesados porque se apropiaron de decenas de millones de dólares, tanto en bienes públicos como en dinero en efectivo depositado en cientos de cuentas secretas con nombre falso, aunque nunca recibieron condenas.
Y podía ser muy cruel: “si yo fuera jefa de gobierno sería mucho más dura que mi marido, indudablemente. Desde ya tendría en estado de sitio a Chile entero”, dijo en 1984. Y en 1986, cuando una patrulla militar roció con gasolina, quemó vivos y abandonó en un camino rural a los jóvenes Carmen Gloria Quintana y Rodrigo Rojas, Hiriart exclamó: “¡Para qué se queja tanto esta niña, si se quemó tan poco!” Carmen Gloria tuvo quemaduras indelebles en más de 60 por ciento de su cuerpo, pero sobrevivió; Rodrigo, un fotógrafo profesional, murió cuatro días después.
Mítines en Santiago
En su cierre de campaña, Boric afirmó: “jamás olvidaremos de dónde venimos, venimos desde las luchas sociales, y desde esta tribuna les digo que vamos a dejar todo nuestro esfuerzo, todo nuestro corazón, por cumplir el sueño de un Chile más justo. Y que será con ustedes, con el pueblo, con los movimientos sociales, con las mujeres, con las diversidades, con los pobladores que están luchando por una casa hace tanto tiempo. Somos una generación que aprende de quienes estuvieron antes, que nos unimos para derrotar a la dictadura, para democratizar Chile y para tener una nueva Constitución, y ahora para derrotar al heredero de este gobierno y del pinochetismo y para instalar la esperanza en Chile”.
Kast, en tanto, atacó a su contrincante: “Gabriel Boric no es una mala persona, pero tiene malas ideas, es el mismo que quería indultar a los vándalos que destruyeron Chile, a los que agredían a bomberos, el que se juntó con un terrorista que asesinó a un senador en ejercicio; es el mismo que ha avalado la violencia después del 18 de octubre; aquí no hay noticias falsas, usted es la falsedad señor Boric, le ha mentido a los chilenos, ha querido cambiar su imagen desde cómo se viste hasta lo que opina, no le vamos a permitir que engañe a los chilenos”, advirtió.
La del domingo parece ser una las elecciones más reñidas de los últimos 30 años; se anticipa un resultado estrecho.