Ciudad de México. La Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), presentó un plan para atender a las enfermedades denominadas olvidadas o invisibilizadas en México, a través de una nueva visión del papel de la regulación sanitaria, que ahora agiliza y promueve la innovación de estos tratamientos.
Alejandro Svarch Pérez, titular de la Cofepris presentó el proyecto en un foro de la Iniciativa Internacional de Medicamentos para Enfermedades Olvidadas, conocida como DNDi por sus siglas en inglés, sobre soluciones sostenibles para enfrentar el problema en América Latina con ciencia e investigación.
Detalló que “el primer paso consiste en agilizar trámites de medicamentos y protocolos de investigación clínica que atiendan enfermedades desatendidas, impulsando su acceso oportuno al país y la región”.
También están en proceso de elaboración “nuevos planes de monitoreo para abarcar todos los estados, lo que permitirá identificar la prevalencia de enfermedades desatendidas u olvidadas de manera más efectiva y así poder identificar posibles curas en trámite”.
En paralelo, la Cofepris fortalecerá sus actividades de vigilancia poscomercialización para asegurar la eficiencia de los medicamentos y vacunas orientados a estas enfermedades, una vez que estén disponibles en el mercado”.
Las enfermedades olvidadas o desatendidas, son denominadas así por organismos internacionales porque “afectan principalmente a poblaciones más pobres y cuentan con limitadas opciones de servicios de salud; se refieren a aquellos padecimientos que, aunque pueden afectar a muchas personas, reciben poca atención en la investigación y desarrollo de curas al no ser un mercado atractivo para las farmacéuticas”.
De un listado de 20 enfermedades olvidadas consideradas por la Organización Mundial de la Salud (OMS), 18 están identificadas en las Américas y 14 en México.
Algunos de los padecimientos olvidados son la enfermedad del sueño africana, la leishmaniasis, la enfermedad de Chagas, el VIH pediátrico, el micetoma. Según la OMS los males desatendidos afectan a más de mil millones de personas. Quienes las experimentan son los más vulnerables, los más pobres, abandonados por los gobiernos, la investigación científica y las farmacéuticas.
De acuerdo al funcionario “con este plan, la Cofepris se suma al esfuerzo internacional para atender la falta de opciones terapéuticas para estos padecimientos que afectan especialmente a aquellos que viven en áreas rurales remotas y en barrios marginales”.
En su participación, puso como ejemplo que, al realizar una búsqueda en el histórico de registros sanitarios de Cofepris para tratamientos de VIH en niñas y niños, solo encontró 21 registros, contra 60 opciones para adultos. En el caso de seis enfermedades desatendidas identificadas en listados de DNDi y OMS, México solo ha autorizado una opción terapéutica por padecimiento.
Detalló los diferentes enfoques del plan, que busca promover a México como un destino estratégico para la investigación de más tratamientos para enfermedades olvidadas.
“En México encontrarán que la autoridad prioriza la investigación, innovación y tratamiento con productos farmacéuticos oportunos donde se necesitan, y con la calidad, seguridad y eficacia que todos y todas merecen”.
El titular de la autoridad sanitaria mexicana aseguró que se busca transparentar información sobre prevalencia, control y opciones terapéuticas existentes que permitan fortalecer el conocimiento del personal de salud en las entidades.
Con estas actividades, la Cofepris se suma al trabajo de DNDi para atender enfermedades olvidadas en México, y también facilita la atención de estos padecimientos comunes pero desatendidos en la región, gracias al reconocimiento internacional de sus autorizaciones sanitarias.
Y, al contar con la reciente incorporación a la Conferencia Internacional para la Armonización de Requisitos Técnicos en Productos Farmacéuticos en Uso Humano (ICH por sus siglas en inglés), México ahora tiene la posibilidad de avanzar hacia los mejores estándares de calidad internacional; lo cual permite que investigaciones realizadas en el país sean reconocidas en el mundo