Un conocido comentarista de la fuente financiera publicó un artículo con este angustiante título: “El gobierno se resquebraja”. Hace una reseña de los choques internos del equipo del presidente López Obrador que, efectivamente, a veces ocurren, como en todos los gobiernos y empresas privadas. En pleno “resquebrajamiento”, sin embargo, ha hecho dos movimientos importantes: colocó a su entonces subsecretaria de Egresos, Victoria Rodríguez Ceja, como gobernadora del Banco de México, y a Graciela Márquez Colín, su ex secretaria de Economía, como presidenta del Inegi. Ya antes había designado a Jesús de la Fuente Rodríguez como presidente de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores. Banxico e Inegi son posiciones transexenales, lo más probable es que Andrés Manuel seguirá haciendo sentir su influencia después de 2024, aunque dice que se aislará en la Quinta de singular nombre. Apagará su Iphone 13 y no recibirá llamadas de nadie. Escribirá un libro sobre uno de sus temas favoritos, el neoliberalismo; hará ejercicio y llevará la vida de un hombre de familia sin las presiones y ausencias que impone su actual responsabilidad. Volviendo al tema del supuesto “resquebrajamiento”, tal vez escapó al análisis del alarmado colega tomar en cuenta una circunstancia: ¿será parte del estilo de gobernar de López Obrador mantener en continua tensión a los miembros de su equipo? No se ve que intente detener los golpes bajos y las zancadillas mientras no lo afecten. La ex secretaria de Gobernación Olga Sánchez Cordero, ahora presidenta del Senado, se queja de que su trabajo fue desvalorizado por personajes cercanos a AMLO, incluso tiene una grabación. En esas truculencias, otros, como Jesús Ramírez Cuevas, saca ventaja de su cercanía al Presidente. Cuando se pasan de la raya, el mandatario prescinde de sus servicios. Un estilo de gobernar que ya describía en su tiempo Sun Tzu en su libro El arte de la Guerra. Amilpas.
Cambio en el Inegi
Volviendo al tema del Inegi, Julio Santaella dejó de deshojar la margarita en espera de que el presidente López Obrador revelara si lo confirmaría al frente del instituto. El último pétalo decía “no te quiero”. Es de pedigree neoliberal. Incluso se lo comieron las ansias y le envió un mensaje instándolo a que hiciera pública su decisión, ya que su periodo de seis años concluye precisamente el último día de diciembre. La determinación ya la había tomado Andrés Manuel desde diciembre del año pasado, cuando designó a Graciela Márquez Colín como integrante de la junta directiva del instituto. El Senado la confirmará sin problemas.
Banco del Bienestar
Hay una larga historia de bancos de gobierno que han fracasado dejando una herencia de pérdidas cuantiosas. Banco Ejidal (los campesinos lo motejaron Bandidal); Bangrícola; Banco Obrero, que fue regalo del gobierno al líder Fidel Veláquez; Banco Nacional Cinematográfico, obsequio para un hermano del ex presidente Echeverría, era actor, conocido como Rodolfo Landa; el de Fomento Cooperativo, el Pesquero... deben haber existido más, pero escapan a la memoria. El gobierno de la 4T creó el Banco del Bienestar, pero está topando con dificultades en su conducción. Ayer fue designado un tercer director general: Víctor Manuel Lamoyi Bocanegra. Lo antecedieron Rabindranath Salazar y Diana Álvarez Maury. Ninguno de ellos tiene experiencia en la banca comercial. La idea del Banco de Bienestar es buena: llegar a los lugares más apartados de la República donde no hay sucursales, ni siquiera cajeros automáticos, distribuir las ayudas de lo programas sociales y ofrecer el servicio de remesas a los paisanos, entre otros. Uno de los problemas que ha topado es la conexión de las oficinas por Internet. Recientemente, la revista Forbes publicó que el empresario costarricense Alfredo José Urcuyo Fernández cobrará 18 mil 313 millones de pesos por los servicios de administración de las operaciones y transacciones bancarias de tarjetas de crédito o débito del banco.
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A ver “Señor Feudal” @lorenzocordovav junto con su “samurai” @CiroMurayamaINE. A preparar la consulta de revocación de mandato. El Poder Judicial ya señaló que no es “si quieren, o no”. Es su obligación como empleados del @INEMexico. Así que rapidito y de buen modo. O van al bote.
Escribe @MalthusGamba
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