El millonario acuerdo entre la USA Gymnastics, el Comité Olímpico y Paralímpico de Estados Unidos y las gimnastas que sufrieron abusos sexuales por parte del médico Larry Nassar debe ser una alerta para el COI y otros países para comenzar a crear instancias capacitadas en la prevención de violencia de género y agresiones sexuales, indicó la especialista Claudia Pedraza.
“Es histórico no sólo por la cifra para resarcir el daño, sino tam-bién porque obliga a las federaciones a tener protocolos y dar seguimiento a estos casos”, apuntó Pedraza, doctora en ciencias políticas y sociales especializada en género y deporte por la Universidad Nacional Autónoma de México.
“Esos casos demostraron que el acoso y violencia de género están normalizados y es complicado hablar debido a la ausencia de instancias que le den seguimiento, faltan autoridades capacitadas para prevenir y erradicar estas prácticas.”
Como médico del equipo de gimnasia de Estados Unidos, Larry Nassar abusó sexualmente de más de 250 atletas, hasta que Rachael Denhollander destapó la cloaca en 2016 al ser la primera en denunciar.
Entonces llegó una ola de acusaciones, entre ellas de varias menores de edad, así como las medallistas olímpicas Simone Biles, Aly Raisman y McKayla Maroney, quienes en una dolorosa comparecencia culparon a los oficiales de gimnasia y olímpicos estadunidenses por no detener a Nassar.
El caso provocó que varias atletas se sacudieran el miedo y denunciaran abusos por parte de otros individuos afiliados a la federación, alcanzando en conjunto hasta más de 500 víctimas.
Mientras que Nassar fue sentenciado a 60 años de prisión, la USA Gymnastics se declaró en bancarrota en 2018 ahogada por las múltiples demandas al considerar que había encubierto estas agresiones. Sin embargo, terminó por llegar a un acuerdo el lunes con las vícti-mas para pagar 380 millones de dólares para resarcir las secuelas.
“En una acción colectiva, las atletas consiguieron una cifra histórica que se usará para atender la reparación del daño, porque ellas han tenido que invertir en su recuperación, en terapias para estar bien en su salud”, apuntó Pedraza.
El acuerdo también incluye una cláusula novedosa en la resolución de estos casos. Víctimas de estas agresiones integrarán la junta directiva de la Federación estadunidense de Gimnasia para aplicar nuevas políticas destinadas a proteger a los atletas.
“Esto sienta un precedente, porque si bien Nassar era el ejecutor de los abusos, todo el sistema lo encubría. Ahora se ha puesto en la mesa la necesidad de revisar las estructuras. En caso de salir a la luz otras víctimas, ésta debe ser la ruta, buscar una sanción para el agresor, pero también hacer que los organismo se comprometan a establecer mecanismos de prevención”, agregó la especialista.
No obstante, indicó que aunque este caso será un ejemplo para varias mujeres, aún serán pocas las deportistas en levantar la voz en otros países o federaciones, pues “no sólo está en riesgo su carrera, de la cual muchas se mantienen, sino que el sistema aún protege y censura, debe existir una política de cero tolerancia a la violencia de género”.