En el final de La casa de papel, la banda de atracadores autollamada resistencia, encabezada por El Profesor (Álvaro Morte), captó la atención de los espectadores.
Aunque la conclusión es polémica, los guionistas hallaron la forma de hacerla. Habían dicho que se les había complicado terminarla.
Los últimos cinco capítulos, disponibles en Netflix, “son emotivos, con tintes de remembranza” y reivindicando al grupo que ya había perdido a personajes medulares como Berlín (Pedro Alonso), Nairobi (Alba Flores), Tokio (Úrsula Corberó), Moscú (Paco Tous) y Oslo (Radko Dragic).
Llamó la atención por qué Tokio narró hasta el último minuto la acción en el Banco de la Moneda y la culminación de la historia. Tal vez –se piensa– fue porque la voz era imprescindible, luego de haber sido un personaje que se sacrificó para ayudar, en solidaridad con sus compañeros a punto de ser avasallados.
La serie se convirtió en un fenómeno mundial, al recrear la historia del grupo de atracadores vestidos de rojo y careta de Dalí, que bailaron y entonaron juntos en varios momentos el himno Bella ciao, pero también vivieron confrontaciones, amores, deslealtades, alegrías, sueños y arrepentimientos.
Las inspectoras Raquel Murillo (Itziar Ituño) y Alicia Sierra (Najwa Nimri) dieron vida a mujeres decididas, quienes a pesar de atravesar por momentos críticos y hasta caóticos, salen adelante.
La noche de la merluza fue un momento muy especial, pues en una reunión de la banda, el líder siempre tímido, reservado y distante, termina como nunca se le había visto: bailando, fumando y con algunos tragos de más. Al final sólo él y Tokio sobrevivieron a la juerga.
Asimismo, en la última temporada, El Profesor tuvo que recobrar su fortaleza, centrarse y resistir, debido a varios errores y malas decisiones, lo cual lo obligó a repensar las estrategias planteadas en el pasado.
Recordó que en su familia es una tradición ser ladrones; desde el padre asesinado durante un robo. El clan continúa con el propio Sergio Marquina, su medio hermano Andrés de Fonollosa (Berlín) y el personaje del sobrino, hijo de este último, que cobró vital importancia en la quinta y última temporada.
En el documental La casa de papel: De Tokio a Berlín, narrado por Pedro Alonso, donde se entrelazan entrevistas con los creativos y el reparto, Álvaro Morte explicó: “El Profesor tiene que enfrentarse a un montón de problemas que surgen, no tiene planificados y debe resolver sobre la marcha. Hay que hacerlo ya”.
El actor también devela los rituales para encarnar al cerebro de la banda, con quien comparte algo de freaki y manías como las de El Profesor: “Los personajes los trabajo con música, que me mete en ellos, en el rollo, porque es muy concreta, pero aparte tengo el ritual con el que se viste cada uno”, proceso que puede parecer muy minucioso.
Lo cierto, es que cada uno del grupo de atracadores delineó un personaje con características especiales, como Berlín, que veía cada robo como una obra de arte; Nairobi, quien era el alma de la banda; el espíritu libre de Tokio; el ímpetu de Denver (Jaime Lorente) o la acertividad de Alicia Sierra. La historia de La casa de papel concluyó, pero se anunció que el universo continúa con el spin-off: Berlín 2023; además de la versión coreana que llegará en 2022 por Netflix.