Ciudad de México. Durante una jornada a la que llamaron de apoyo a la comunidad de repartidores en moto y bicicletas, en las inmediaciones del Ángel de la Independencia, que consistió en revisiones mecánicas a unidades de repartidores y a las 16 horas cerrar el Paseo de la Reforma e iniciar una rodada al Zócalo, Saúl Gómez, fundador del colectivo “Ni un repartidor menos”, señala que se opondrán al “impuesto a los servicios de venta por aplicación” y llegarán hasta donde tengan que hacerlo incluso ampararse.
Gómez calificó de “ridículo e inconstitucional el impuesto que aprobó el Congreso Local de la Ciudad de México, para gravar con el dos por ciento el servicio de reparto basado en plataformas de Internet.
Afirma que llegarán hasta donde sea necesario, mediante protestas públicas y acciones legales y argumenta que “no toda la infraestructura que utilizamos es pública, también es infraestructura privada por ejemplo nuestras redes privadas; algunos repartidores utilizan recargas y la infraestructura de las plazas comerciales.”
Subraya que 57 de sus compañeros repartidores que tripulaban bicicletas o motocicletas, han perdido la vida de marzo de 2020 a la fecha; 53 de ellos fueron atropellados, aventados o sufrieron accidentes por coladeras abiertas.
Menciono qué hay mucho “interés en recaudar mas dinero del gremio de los repartidores pero no se muestra el mismo interés por proteger sus derechos y su vida; por ejemplo, repavimentando las calles, pues hay verdaderos cráteres" en colonias como la Roma y la Condesa, que ponen en peligro la vida esos trabajadores.
“Ese impuesto va a perjudicar a los repartidores, y no a las plataformas de Internet, porque el cliente no va a querer pagar un precio más alto y preferirá recoger directamente los productos que desea adquirir. Medidas como esa no ayudan a la recuperación económica luego de la pandemia”.
El dirigente advirtió que en caso necesario recurrirán a un amparo, para “lograr que nos respeten”.
Gómez inició estudios de periodismo, pero no terminó la carrera debido a problemas económicos, y tuvo que convertirse en repartidor.
La organización que encabeza consta, en CDMX, de 15 grupos, de 253 personas cada uno, más otros en Guadalajara, Morelos, Morelia, Oaxaca.
En su oportunidad Víctor Manuel Sánchez secretario general del Sindicato de conductores de vehículos de servicio, advirtió no nos vamos a dejar”, pues el gremio se encuentra desprotegido a pesar de que el reparto es una alternativa de trabajo para personas desde los 18 años con sueldos que son variables “porque unos andan a pie otros en bici y hasta en motos y van de los seis mil a los 12 mil pesos mensuales”.
Definitivamente, agrega, “queremos formalizar un trabajo que es necesario y de innovación, no podemos vivir en las cavernas, México tiene que evolucionar y tienen que adaptarse”.
Reconoce que “la mayor parte del gremio también tenemos mala fama que hemos querido limpiar pero para ello necesitamos orden”.