En la prohibición para importar y comercializar dispositivos electrónicos para el consumo de tabaco en México “no queremos que quede ningún hueco para interpretaciones (…), que sea muy claro que no se permite el que puedan utilizarse instrumentos, artefactos, de estos cigarros electrónicos. Que no quede ninguna puerta abierta”, afirmó el presidente Andrés Manuel López Obrador.
El gobierno federal expresará su inconformidad con las modificaciones a la minuta para la reforma de la Ley General de Control de Tabaco, con las que “no estamos de acuerdo, vamos a expresar nuestra inconformidad para que se analice bien y no se apruebe al vapor, sin que los legisladores conozcan el fondo y los detalles, porque son palabras, eufemismos que colocan para que se puedan agarrar y llevar a cabo interpretaciones para comerciar esos productos”.
Exigió aclarar “ya, para que dejen de estar molestando, pues, jeringando, porque hay que andar cuidándolos. Son como la humedad, se meten por todos lados”, tras insistir en que “no puede ser que el lucro esté por encima de la salud”.
López-Gatell critica cabildeo
En tanto, Hugo López-Gatell, subsecretario de Promoción y Prevención de la Salud, denunció que se busca modificar la minuta que ayer se discutió en el Senado, incluida la reserva de un senador (el perredista Juan Manuel Fócil), la cual, dijo, “surgió un poco mágicamente la semana pasada cuando sabemos que cabilderos de Philip Morris International estuvieron rondando el Senado”.
En la conferencia matutina en Palacio Nacional, anticipó que en el Senado se discutiría –lo cual sí se realizó– una minuta aprobada por unanimidad en San Lázaro para establecer espacios cien por ciento libres de humo de tabaco y regular de manera estricta la publicidad, propaganda y patrocinio de esos productos, lo que permitiría “ponernos más o menos al día” con lo establecido en el Convenio Marco para el Control de Tabaco.
A ello se suma, dijo, “otro truco” con la actualización de la Ley de Impuestos Generales de Importación y Exportación, en la que se pretende excluir a los cigarrillos electrónicos de la prohibición para su comercialización, lo que generaría un “litigio estratégico por parte de la industria tabacalera para que se quite la prohibición” al conjunto de dispositivos electrónicos, incluyendo vapeadores.